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Descripción de la Ciudad

Descripción de la Ciudad

Txarlazo (10)La carretera que acerca a Orduña es la BI 625, siguiendo el curso del rí­o Nervión. Ocupa un enclave entre las provincias de ílava y Burgos, paisaje ondulado, perfilado por altas montañas donde se asientan la ciudad y sus aldeas. Orduña atesora mucho atractivo histórico, monumental y artí­stico.

Murallas

Orduña se fundó dos veces, la primera en 1229 (D. Lope Dí­az de Haro) y la otra en 1256 (rey Alfonso X El Sabio). En ambas ocasiones se le administró un muro defensivo, que es lo que mejor caracteriza a las ciudades medievales. Parte de esas murallas existen pero han desaparecido los portales. Nos hablaban de historia y de beligerancia. Los muros de mam­puesto calizo tienen una altura de unos 9 m y 1 m de espesor, y la parte más visible está en el área de la iglesia de Santa Marí­a y las huertas.

  1. 1. Iglesia de Santa Marí­a

Extenso edificio resuelto en tres naves escalonadas con transepto, cuatro tramos más capilla mayor cuadrada y otras privativas a los flancos. En general, se cubre con bóvedas estrelladas que apean en seis pilares de sección prismática. Por la parte de la cabecera, un camino de ronda colgado y cubierto perfora los estribos prolongándose sobre la sacristí­a, sirviendo al sistema defensivo de la ciudad, caso singular en Bizkaia. Mientras, por los pies, se centra una potente torre, con el cuerpo de campanas clasicista, del año 1617. Por esa parte dispone, además, de un porche en arcos, neoclásico del año 1788, de Manuel Martí­n de Carrera.

De estilo gótico del s. ZIX-XV, en lo esencial, y muy monumental, Santa Marí­a está recién restaurada. Lo más singular de todo es el camino de ronda defensivo, extraño en Bizkaia.

Retablo mayor. En el presbiterio, posee columnas de estrí­as onduladas definiendo las calles. De estilo clasicista, fue diseñado por Martí­n de Arana en torno al año 1650. El escultor de los muchos relieves y tallas – de veta naturalista– fue José de Palacio Arredondo.

Retablo de San Pedro. En la capilla de Olaso, a la derecha. Primorosa obra tallada en mueble tipo trí­ptico ordenado en banco, dos pisos y ático en tres calles. La mazonerí­a es moderna pero no lo demás, con exquisitos detalles en las ambientaciones y magní­ï¬cas y expresivas esculturitas. Sus promotores, los Herrán-Arbieto, debieron importarlo de Amberes, donde serí­a fabricado hacia 1520 en estilo tardogótico. Posee alto valor artí­stico.

La capilla de Guadalupe, al flanco izquierdo, se cierra con una destacada reja de hierro fechada en 1584; demasiado tardí­a data para la información del primer manierismo que manifiesta. Se amuebla con un retablo con columnas de emparrado compacto, que será del retablista y escultor Antonio Alloitiz (hacia 1660), quien dejó plasmado en las tallas el naturalismo.

2. Palacio Ortés de Velasco

En el mismo entorno de Santa Marí­a, resulta una masa cúbica y compacta con dos portadas renacentistas y varios vanos adintelados, también de mediados del s. XVI. Lleva adosado un zaguán porticado, añadido hacia el exterior de la ciudad, datado en 1598, de Andrés de Garita.

3. Casa Consistorial

Participa de los soportales de la plaza mayor y reaprovecha elementos de una construcción anterior. En bajo, el pórtico cede uno de sus tres pasos en arco rebajado a la calle Yerro. Sobre él van dos pisos y un tercero, más moderno y de ladrillo, arriba. El balcón principal es un excelente mirador hacia la plaza del Mercado, ahora de los Fueros. Edificio barroco (Tomás de la Peña, 1771).

4. Iglesia de la Sagrada Familia

En el s. XVII y con dinero indiano, fue fundado en Orduña un colegio de Jesuitas por D. Juan de Urdanegui, insti­tución que se mantuvo hasta el s. xx. Su iglesia es un edificio de tres naves escalonadas de tres tramos y cuerpo de crucero, más cabecera. Se cubre con bóvedas de albañilerí­a afectas a lo decorativo a base de elementos de hojarasca en yeso, de mucha plasticidad. Muy representativo resulta el pórtico hacia la plaza, formulado en tres grandes arcos que conforman el registro bajo de la fachada; en el segundo van tres grumos vegetales con escudo y letreros y, arriba, dos espadañas, en sillerí­a caliza.

Diseñado en 1680 por Santiago Raón, supone el primer edificio de Bizkaia en que se aprecia la opción decorativa del barroco.

Retablo mayor y colaterales. Alteradas sus advocaciones con presencia de varias imágenes modernas, son buenas muestras de la concesión de protagonismo al ideal barroco, que emplea las salomónicas trepadas por pámpanos y uvas. Trazó estas máquinas de madera policromada Felipe del Castillo, y talló los relieves y escultu­ras originales Martí­n del Hoyo, año 1688.

5. La Aduana

Extenso edificio dispuesto en forma de paralelepí­pedo acostado muy largo, perforado por un gran patio inscrito, también rectangular. Su función de Aduana interior duró hasta 1833; ahora se ha reciclado para otros usos (Balneario).

En la fachada, en altura se establecen tres niveles y trece ejes de vanos en tres cuerpos, el bajo un pórtico corrido de arcos y los demás ventanas adinteladas.

Rompe ligeramente la dimensión apaisada un frontón triangular que afecta al Inédito, pero acaso atribuible al académico vitoriano Justo Antonio de Olaguibel, se fecha en una placa en 1787.

Aparte de los valores propios del estilo neoclásico: dureza de lí­neas, tersura de superficies y demás, donde se conjugan funcionalidad y nobleza, hay que valorar el sentido urbano con su largo pórtico a la plaza, uno de cuyos lados conforma

6. Palacio Mimenza

También en la plaza, y con fachada secun­daria hacia la calle Orruño, cuyo acceso secundario recoge las caracterí­sticas del severo estilo clasicista pero no la princi­pal, la porticada, con la secuencia de seis arcos rebajados de sillerí­a del pórtico; so­bre él van dos pisos y gambara de ladrillo compacto visto, más escudo de armas cen­trado. Aunque reaprovecha un blasón del año 1529, en lo esencial es algo posterior.

7. Chalets del paseo de La Antigua

La avenida, abierta en 1882, resulta un interesante ensanche urbano extramuros en el que, en parcelas grandes constru­yeron sus villas algunas familias, más la Compañí­a de Marí­a un colegio femenino, año 1883. Los chalets responden a proyec­tos de diferentes estilos y arquitectos: «Old English», neovasco, etc., de Manuel M.ª Smith, Emiliano Amann, etc., a prin­cipios del s. xx.

8. Santuario de La Antigua

En un suave altozano a las afueras de Orduña y al otro lado de las ví­as del tren. La historia de este sagrado lugar gira en torno al hecho legendario del hallazgo por un pastor de una imagen de la Virgen enredada en una morera. El santuario que para acoger la talla se construyó, se describí­a ya como viejo en el s. XIII.

Lo más antiguo que hoy queda es la puerta gótica en arco del convento de monjas, que data del s. XIV y lleva las armas de Castilla y de León. La iglesia, barroca, fue iniciada en el año 1752, con proyecto de Juan Bautista Ybarra. Es una cruz latina de tres tramos, crucero y cabe­cera, detrás de la que se dispone el cama­rí­n. Frente a la iglesia un austero y potente hastial de sillerí­a caliza gris coronado por alta espadaña, que en bajo ofrece pórtico de arcos sobre potentes pilares.

Retablo mayor. Forma parte de una remodelación entera del presbiterio; su única calle entre grandes columnas marmóreas negras está al servicio de un escenario para la Virgen, que se puede venerar desde el reverso, donde está el camarí­n. Diseñó el elemento el académico neoclásico Alejo de Miranda, 1804. La talla titular es una Andra Mari sedente del s. XIV.

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