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ARQUITECTURA POPULAR (aldeas)

ARQUITECTURA POPULAR (aldeas)

072La mayorí­a de los caserí­os y viviendas agrí­colas de las aldeas de Orduña son construcciones de discreto interés. Muchos de ellos parecen haber sido renovados o cons­truidos de nueva planta durante el primer tercio del siglo XIX o en fechas inmediata­mente posteriores a la Primera Guerra Carlista, y su aspecto es el de casas de volumen prismático, sin soportal ni voladizos, y con sus puertas y ventanas definidas por gruesos sillares de arenisca. Es un tipo de vivienda afí­n a los planteamientos de la arquitectura neoclásica, en la que se aplican someramente unas normas básicas de racionalismo, sobriedad e higiene. Sin embargo, se conservan también un par de caserí­os mucho más antiguos, que me­recen un comentario especí­fico. Uno de ellos lleva el número 1 del barrio de Arteaga (Mendeika), y es un edificio de fines del siglo XV, como lo indica el arco apuntado que da acceso a la vivienda. Debió de tener una fachada prácticamente ciega de vanos, sin otras aberturas que la puerta y alguna ventana ojival, y para combatir este incómodo hermetismo se le añadió, en el siglo XVII, un cuerpo delantero dotado de soportal des­centrado, cuya viga carrera descansa sobre una columna toscana. El otro caserí­o es una construcción semiarruinada de Lendoño de Arriba, difí­cil de interpretar porque ha sufrido varias intervenciones. Pudo presentar la clásica silueta de los caserí­os vizcaí­nos gótico-renacentistas, con la fachada articulada en tres cuerpos, apa­rejándose los laterales en mampuesto y el central en madera, con soportal en la planta baja. Sólo conserva hoy uno de los cuerpos laterales, y en él se reconoce una antigua ventana geminada, de vanos levemente apuntados, abierta en el piso superior[1].

 

[1] Autores varios. «Bizkaia» I, pág. 451

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