JUNTA DE RUZÁBAL (Gobierno)
El Gobierno Local -El Roble de Ruzabal[1]
Las noticias más antiguas de la actividad pastoril en Ruzabal hay que relacionarlas con los primeros datos de poblamiento en la zona. El área arqueológica del dolmen de Las Chozas demuestra la presencia de un establecimiento pastoril de tiempos muy antiguos.
El documento de donación de la villa de Gavinea al monasterio de san Millán de la Cogolla, año 1135, aporta una serie de datos de carácter indirecto, que permite indagar en la actividad económica que se desarrolla. Gavinea posee “montes, pratis e pasquis” que sirven de alimento a la ganadería de la comarca.
1192: de las postrimerías de este siglo, XII, es el escrito de donación del Monasterio de San Clemente de Harrureta al obispado de Calahorra, situado entre Lendoño de Arriba y Lendoño de Abajo, pero en terreno de jurisdicción plena de Orduña. Parece que existió un núcleo de población en las cercanías de San Clemente de Harrureta, tanto por el documento de 1192, como por otros posterior del año 1465, y otros de fechas más recientes.
La Junta de Ruzabal, como sus Concejos, en cuanto institución jurídica tiene su origen en la Edad Media. No es mucho concretar, pero los datos documentales que poseemos no nos permiten demasiadas precisiones.
La referencia de 1257 a “Velandia y sus aldeas” parece implicar cierta organización conjunta en esta época. El texto más antiguo que cita expresamente a la Junta es la sentencia de 1461. Con sólo esos datos no podemos concretar en exceso los antecedentes cronológicos de la Junta.
El gobierno y administración de las aldeas se ejerce por el Concejo Abierto, integrado por la totalidad de los vecinos y se constituye anualmente a primeros de año, para elegir a los “fieles”.
El lugar de reunión era bajo algún árbol, en este caso el roble de la Junta. También se podían reunir en el pórtico de la iglesia de la aldea, como sucedía en Lendoño de Arriba, o en algunos casos en algún inmueble cerrado, como en Lendoño de Abajo.
Bajo un gran antiguo roble en el pozo de la Junta se reunían los vecinos de la Junta de Ruzabal, compuesta por las aldeas de Belandia, Lendoño de Abajo, Lendoño de Arriba y Mendeica. Estas son las únicas juntas administrativas en el territorio histórico de Bizkaia, quie a día de hoy están inmersas en un cambio de Norma Foral para preservar la identidad y los derechos históricos que tiene estas Juntas Administrativas pertenecientes al municipio de Orduña. Esas reuniones y juntas son un ejemplo de participación popular medieval en la toma de decisiones en el País Vasco.
Bajo el árbol, a su sombra y cobijo acudían los vecinos, previo aviso de los fieles de las diferentes aldeas, bien de forma verbal o si era una asamblea de carácter urgente con el toque y repique de campanas. También podía pedir, además de los fieles de las diferentes aldeas, nueva asamblea cualquier vecino que se considerase afectado por causas como: multa, sanción, insultos, acusación de delitos… o que viese que algunas de éstas podría afectar negativamente a un grupo de vecinos o al conjunto en general.
Durante muchísimo tiempo se rigieron con normas no escritas, siguiendo “los usos y costumbres” de sus antepasados.
El primer documento que tenemos escrito, del que se tiene constancia, es de 1516, donde se reflejan las ordenanzas de la Junta de Ruzábal:
1) “Quien quebrante los usos y costumbres, directa o indirectamente, será tenido por desleal a la Junta”.
2) Siendo este año de 1516 el momento en que se empiezan a plasmar las decisiones y acuerdos en papel. Ante esta nueva circunstancia, se ven en la necesidad de custodiar los documentos en un archivo, cuestión que resolverán con la decisión de construir la Kutxa de Ruzábal.
3) Todas estas medidas explican la importancia de la costumbre en la regulación de la vida de las pequeñas comunidades rurales y también la preocupación de ponerla por escrito, para dar una mayor seguridad al ejercicio de los derechos y exigencia de obligaciones.
Por otro lado, la localización de la Kutxa en la parroquia de Santa Eulalia de Belandia[2], pone de manifiesto el importante papel que jugaron las instituciones eclesiásticas y la propia religión cristiana en la configuración jurídica de los concejos y la Junta de Ruzábal”.
A esta asambleas acudía un vecino de cada casa, normalmente varones con un mínimo de edad. No consta la participación de mujeres, hasta los años del último tercio del siglo XX. La no asistencia a la Junta estaba penada con una multa económica; una vez reunidos todos los asistentes tenían los mismos derechos y deberes.
Bajo el roble, en el término de San Miguel, junto al camino Real, se reunió la asamblea durante más de 5 siglos. Es en 1925, cuando se hace la carretera de Orduña a Belandia, el momento en que el lugar de asamblea cambia, pasando la junta a reunirse a unos 300 m. más al sur, concretamente en el cruce de este vial con el acceso a Mendeica, lugar que desde entonces se conoce como “Alto de la Junta”. En este punto también se reunían bajo un viejo roble y se han seguido reuniendo hasta finales del año 2006.
En algunas ocasiones también eran convocados a las asambleas autoridades del ayuntamiento de Orduña, ya que en ocasiones las aldeas no estaban conformes con las normas y leyes que dictaban las autoridades de Orduña, en relación con las aldeas.
Es a partir del año 2006 cuando se pierde esta vieja tradición y en asamblea se decide que las reuniones de los vecinos se celebren rotativamente en las salas de concejo de las aldeas. La primera de éstas se celebró el 13-1-2007 en la sede del Concejo de Belandia.
Las principales atribuciones del Concejo Abierto eran las siguientes:
1) Elegir cargos.
2) Revisar las actuaciones de los fieles.
3) Recibir quejas de los vecinos por robo.
4) Interponer quejas por agravios.
5) Otorgar poderes para pleitos.
6) Intervenir en la redacción de las Ordenanzas.
7) Requerir a los vecinos para la limpieza de arroyos y caminos de su heredad.
8) Gestión de los bienes públicos.
9) Decidir los lugares donde se debe sembrar.
10) Remate de las tabernas y productos forestales.
11) Autorizar pactos o transacciones.
12) Educación.
13) Hacienda.
Los conflictos suscitados entre la Junta y el ayuntamiento de Orduña, largos y costosos en la vía judicial se tratan de resolver, en ocasiones, de forma amistosa a través de la firma de Concordias. La primera de la que se tiene noticias es del año 1491. Habla de la posibilidad de pastar los ganados de Ruzábal en Sierra Salvada durante 4 meses al año. Dos concordias celebradas en el siglo XIX, años 1803 y 1852, son más elaboradas.
En la segunda mitad del siglo XIX se produce una clara centralización de competencias a favor del ayuntamiento de Orduña, en detrimento de las aldeas. Las aldeas van a perder facultades en la gestión de sus bienes comunales, cuyos vecinos venían ejercitando desde tiempo inmemorial; la venta de ejidos comunes, corta de árboles, extracción de sillería, realización de roturas en terreno comunal y recogida de abono, son alguna de estas materias.
Diferentes documentaciones sobre la forma de regirse las aldeas de Ruzabal:
1) Sentencia dictada por el alcalde de la villa de Orduña, Juan Sáenz de Oreica, sobre la guarda del monte común de Belandia y Mendeica. 3 -12-1424.
2) Sentencia arbitral relativa al monopolio de tráfico mercantil de Orduña en sus relaciones con el señor de Ayala. También regula otros aspectos ganaderos.Año 1452.
3) Diversas sentencias dictadas por el alcalde de Orduña, y concordias referidas, todas ellas, a la Junta de Ruzabal sobre amojonamientos, ganados, ejidos, etc. Años 1457, 1461, 1465, 1474 y 1494. 6-6-1494.
El día 4 de mayo de 2016 se celebró un evento en la campa de San Miguel de Mendeika, presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, la presidenta de las Juntas generales de Bizkaia, Ana Otadui, y la diputada foral de Administraciones Públicas y Relaciones Institucionales, Ibone Bengoetxea, la alcaldesa de Orduña y los alcaldes pedáneos de los cuatro concejos. Ana Otadui, el 4-5-2016, hizo entrega a los representantes de la Junta de Ruzabal de un certificado de autenticidad del retoño del Árbol de Guernica. Se descubrió una placa conmemorativa, incrustada en una roca y fue desplegada por Julián Elejalde y Elías Durana y la pequeña, Laia Orue. Se plantó un retoño del roble de Guernica en la campa de San Miguel, que fue bajo el que se aprobaron las ordenanzas.
[1] La documentación original más antigua de la Junta de Ruzabal y de sus Concejos data del siglo XV. La Junta de Ruzabal existe desde la Edad Media, es anterior incluso al antiguo fuero y por tanto a las Juntas Generales. En 1217 ya se encontró un documento eclesiástico en el que se cita a Belandia, y en el siglo XIII se hace referencia a varias personas que residían en las 4 aldeas.
[2] En la iglesia de Santa Eulalia de Belandia se custodia el archivo con la documentación de la Junta de Ruzabal en una singular “kutxa”, construida en una viga de madera de roble. En sus herrajes hay 4 cerrojos o candados, uno por cada aldea, por lo que para su apertura es necesaria la presencia de los 4 alcaldes pedáneos. En el s. XVI (año 1516), las aldeas de Ruzábal sienten la necesidad de archivar la documentación que poseen, remontándose a esta época la Kutxa de Ruzábal (lugar donde se guarda la misma ). El archivo está construido en una viga de madera de roble, mide: 3,25 m. de largo por 0,25 m. de alto y por 0,40 m. de ancho. Está parcialmente vacíada en su interior; en dos espacios, uno más grande y el otro más pequeño. En el grande existen cuatro cerrojos o candados, uno por cada aldea, por lo que para su apertura es necesaria la presencia de los cuatro Alcaldes Pedáneos. El espacio pequeño con un sólo candado, es el archivo de Belandia. En la iglesia de esta aldea, Santa Eulalia, es donde se halla el archivo. La documentación depositada durante siglos en este archivo de la Junta de Ruzabal, fue donada al Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia, en mayo de 2003, quedando en el archivo de Ruzabal una memoria de los documentos entregados y algunas copias.