
COMPAÑÍA DE FERROCARRIL DE TUDELA A BILBAO

COMPAÑÍA DE FERROCARRIL DE TUDELA A BILBAO: para dar salida a su industria, Bilbao tuvo que buscar aliados. Impulsados por el ayuntamiento de la villa, la Diputación y la Real Junta de Comercio, proyectaron la conexión con la línea Madrid- Irún ; en este plan unieron sus intereses a los de unos diputados riojanos, que estaban interesados en conectarse con la línea principal y con el puerto de Bilbao para dar salida a sus abundantes productos agrícolas, fundamentalmente el vino. De esta conjunción de intereses nació la línea Bilbao –Miranda –Logroño –Castejón. Entre las opciones que se barajaban, Orduña, en aquella época ciudad importante por su situación estratégica de nudo comercial de acceso a la meseta, presiónó fuertemente para que la conexión final fuese en Miranda a través de Orduña. La primera noticia sobre la presencia del ferrocarril en Orduña se fecha el 29-7-1855, cuando se celebro una reunión en el ayuntamiento para dar cuenta de una circular de la Diputacion convocándole acerca de la construcción de un camino de «fierro», que proporcione al Señorio pronta y fácil comunicación con el interior del Reyno. En reunión celebrada en el ayuntamiento, el 5 de Agosto de ese año, asistiendo un numeroso grupo de orduñeses, el consistorio local da a conocer el propósito de la Diputacion de construir un ferrocarril, escogiendo como comisionados de la ciudad a Saturnino de Urrutia y a Patricio Aranguren. La ciudad contaba en Bilbao con un entusiasta colaborador en las gestiones a efectuar, Leonardo de Landazuri. En la reunión del ayuntamiento de 12-6-1857, el alcalde, Gregorio Herran, da lectura a un documento en que el Consejo de Ministros, el 6-6-1857, aprobaba el trazado del ferrocarril de Tudela a Bilbao por Miranda de Ebro. Con el objeto de explotar dicha línea, nació la empresa «COMPAí‘íA de FERROCARRIL de TUDELA a BILBAO», el 6-9-1857. La construcción del ferrocarril corrió a cargo de la compañía inglesa «Thomas Brassey y Cía[1]. Las obras dieron comienzo en 1858 y 5 años más tarde entraba la línea en funcionamiento, 1863. Dicho año se inauguró el tramo Bilbao–Orduña, en el siguiente abril hasta Miranda de Ebro y en agosto de ése año el resto de la línea Miranda–Castejón (Navarra). Los gastos de establecimiento fueron superiores a los proyectados y en 1866 la Compañía suspendió pagos, consolidando deudas, posteriormente, mediante la emisión de obligaciones. Durante la 2ª guerra carlista el tráfico entre Miranda y Bilbao quedó interrumpido lo que agravó la situación financiera, que en 1878 hubo de fusionarse con la Compañía del Norte. Tras la estación de Lezama (A) la vía férrea tuerce al oeste y después al sur, retrocediendo unos 10 Kms., perdiendo continuamente altura en pendiente que no sobrepasa el 11/2 %. Al final de un enorme rodeo de 21 kms., para eludir la zona montañosa por la que transcurre, efectuado en parte en el enclave vizcaíno de Orduña, pasa la línea a tan sólo 200 mts de sí misma. El ferrocarril está electrificado desde 1956[2].
[1] «AZTARNA», 44
[2] «AUí‘AMENDI, 7