ARRASTARIA (Puerto de San Bartolomé)
Es el antiguo camino de herradura que conectaba el “valle de Orduña” con la meseta. Tenía dos ramales, uno que se dirigía al monte Santiago, para descender luego hacia Aprikano; y otro que se dirigía hacia Berberana. Subía por el puente de la Torre, venta de Arbín, ermita de Santa Lucía, haciendo un zig –zag, bajo el pico del Hornillo, donde había una venta (la del Ornillo-Hornillo, conocida como “la venta del hambre”), saliendo justo arriba del puerto, en la línea con Burgos, en el sitio donde se levantó la ermita de San Bartolomé.
La peña de Orduña y sus otros nombres
Para la gente nacida en Orduña, la inmensa cortina de piedra que se yergue al Sur de la ciudad, es conocida como la Peña. Con el tiempo se empezará a distinguir entre la Peña Vieja y la Peña Nueva.
Según algunos autores, en este caso Salvador Velilla, la Peña Vieja correspondería al boquete donde el actual puerto de Orduña se abre camino hacia Castilla y que en los escritos aparece denominado como Peña de San Bartolomé, es decir que sería la llamada Peña Vieja, hoy en día Puerto de Orduña. De modo que se comenzó a conocer como Peña Vieja a aquella zona de la peña en que primeramente se había abierto paso hacia las tierras de Castilla, y como Peña Nueva a la zona de la peña que se había abierto camino posteriormente (Goldetxo).
El puerto o la Peña de San Bartolomé recibía este nombre porque en lo alto del puerto, en la misma línea jurisdiccional de las tierras vascas y castellanas, se levantaba una ermita rodeada de 13 mojones y dedicada al apóstol San Bartolomé. A esta ermita acudían anualmente las autoridades civiles y eclesiásticas de Orduña y Villalba de Losa el 24 de agosto a rendir culto al santo.
El camino de herradura que entraba en Castilla por la peña de San Bartolomé salía de Orduña por la puerta de Burgos, pasaba por delante de la ermita del Buen Suceso y, tomando lo que hoy en día se conoce como “camino viejo”, pasaba al oeste de donde hoy se encuentra la plaza de toros, cruzando luego el río Tertanga por el puente de La Torre y, tras ascender por la venta Arbín, llegaba a una pequeña meseta donde estaba la ermita de Santa Lucía, dirigiéndose luego a la ermita de San Bartolomé, en lo alto del puerto. Al parecer era este el camino más antiguo para salvar la peña subiendo desde Orduña.
El trabajo de “guía de la Peña”, según documento de 1506, lo sacaba a renta, cada año, el ayuntamiento de Orduña, quedándose con el mismo el vecino que más dinero y mejores condiciones ofertaba en la puja. El mismo se obligaba a contratar a 3 vecinos como ayudantes, uno que portara la ballesta y dos que portaran lanzas. Previo pago de una cantidad estipulada de dinero, tanto por personas como por mercancías, el guía tenía la obligación de acompañar y defender a arrieros y caminantes, en caso de asalto de malhechores, desde la ermita de Santa Lucía hasta el monasterio de Corcuera (en Luna), ya en el valle de Kuartango, después de atravesar el monte Santiago y de pasar junto al nacimiento del río Nervión en Urita. Los vecinos de Orduña, Villalba de Losa y Berberana estaban exentos de pagar el peaje, así como los frailes que iban en peregrinación a Santiago de Compostela.
La dura climatología y el propio relieve no permitieron nunca que los caminos estuviesen en buenas condiciones. Así lo manifiestan algunos testimonios. 1639: los arrieros viandantes que circulaban con sus recuas por la peña de San Bartolomé, se quejan por lo peligroso del camino. Exigen que la ciudad repare los caminos a su costa, ya que cobra la bajada y subida a los comerciantes. 1647: el Corregidor del Señorío ordena dedicar las rentas de la “guía de la peña” a reparaciones tanto en el camino de San Bartolomé como en el de Goldecho, ambos en muy mal estado. 1760: se hacen importantes reparos en este camino. Por ello, se determina abrir un “nuevo” camino en las inmediaciones del “viejo”. 1764 (19 de julio): en esta fecha se comunica al Señorío de Bizkaia la Orden Real con la concesión del permiso para la construcción del camino a la meseta por la ruta de Orduña. Este camino de la Peña, todo él en territorio del valle de Arrastaria, se comenzó en 1765 y se abrió al tráfico en 1772, siendo una consecuencia del mismo, al incrementarse el tráfico de mercancías, la edificación de la actual Aduana de la ciudad.
El informe de finales del siglo XVIII deja bien claro la existencia de dos peñas, concretando que la Peña de San Bartolomé es conocida como la Peña Vieja y la del paso de Goldecho (esta se abrió en la roca, a carruajes y carromatos en 1692, con pólvora y a “pico y pala”), que a partir de esta fecha era conocida como la Peña Nueva o la de Orduña.