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El Portillo de la Escaleras (Sierra Salvada)

El Portillo de la Escaleras (Sierra Salvada)

El año 1997 José M. Yarritu escribió en la revista Pyrenaica un interesante artículo bajo el título Los pa­sos de la Sierra Salbada, en el que describía veintidós pasos o portillos para ascender a la sierra. Con el n° 22 describía el Portillo de Las Escaleras, de 1.032 metros de altitud y 600 metros de desnivel, en el que constataba restos de una escalera. La descripción que hacía Yarritu era como sigue: «Difícil superar el resal­te final por donde están los restos de la escalera, no es sencillo y por supuesto si está mojado es mejor variar el itinerario, es más fácil descender que subirlo.

Partimos de Salmantón por la pista que va al portillo de Aro a través del pinar, a un kilómetro sobrepasamos por la izquierda una casa. Cercano a ella hay un camino fo­restal que sale a una gran pradera en cuya parte inferior veremos los restos de vacas y ovejas comidos por buitres. Cruzamos la pradera dejando a la izquierda un gran be­bedero. Por un camino llegamos a una captación de agua entre varios robles desde la que contemplamos a placer la ladera que hay que remontar, en su parte alta las marcas de un pequeño salto de agua y el inicio de un torrente nos indican el punto al que hay que llegar. En la siguiente curva junto a una robusta haya dejamos el camino para remontar la hermosa ladera diagonalmente hacia la iz­quierda y luego hacia la derecha para situarnos bajo el es­carpe a unos 60 metros de la cascada por la que desagua la poza de Unguino.Aquí hay un símil de escalera con un solo peldaño (podrido por cierto) que debería ayudarnos a superar la faja rocosa. Hacemos una pequeña trepada para luego desplazarnos unos 20 metros hacia la derecha horizontalmente y salir junto al pozo. La cima de Ungino queda a la izquierda, mientras que por la derecha están la cueva de Unguino de fácil recorrido y los picos de Eskutxi yAro (1.127 m). No hay marcas ni trazas de senda en la mitad superior del itinerario».

Tras aquella lectura, pregunté a varios vecinos del entorno del Salmantón por la existencia de este paso y todos me dijeron que era muy peligroso, que ya no se subía por él, que se había dejado de usar ha­cía tiempo, que lo mejor era no intentar tan siquiera aproximarse. También me contaron que, cuando eran jóvenes, habían subido más de una vez a la sierra por este difícil paso y que también se había usado durante la guerra civil del 36. Con tan buenos consejos, y apo­yado en mi miedo a las alturas, decidí que lo mejor era dejar el ascenso para mejor ocasión y acercarme al archivo de Respalditza/Arespalditza y ver si había alguna noticia que hablara sobre este paso. El resul­tado fue positivo y de ahí el ofrecer a los lectores de Aztarna lo que hallé en los libros de Actas y en otros viejos documentos.

La primera noticia escrita que nos habla del Porti­llo de Las Escaleras es del año 1.792 y se refiere al orden que se ha de tener en el correr de los lobos, es decir cuando se iba a matar lobos que estaban ha­ciendo estragos en los ganados de ovejas en la Sierra de Salvada: «Y para en cuanto a tomar los portillos que el lugar de Salmantón hay a de tomar y guardar el de las Escaleras de encima del monte de Unguino y los demás portillos hasta Atacha…» . El documento deja claro la existencia de un portillo que, al ser de mucha pen­diente, tenía escaleras para ascender el tramo final y que el portillo en cuestión conducía a lo alto del monte Unguino, en la Sierra de Salvada, siendo usado por las gentes de la Sopeña desde tiempo inmemorial.

Lo que acabamos de leer podía haberse queda­do en una frase perdida, pero lo cierto es que, el portillo de la Sierra de Salvada conocido como «La Escaleras», tenía su importancia entre los ganaderos de laTierra de Ayala-Aiara y a finales del siglo XIX y hasta finales del XX era más usado de lo que hubié­ramos podido pensar, como a continuación vamos a ver.

Dejamos transcurrir cien años y es en el libro de Actas correspondiente a los años 1.889-1.898, concretamente el I de Agosto del año 1.892, cuando encontramos la pre­ocupación de un grupo de vecinos para que se reponga el portillo de Las Escaleras, como paso importante: «En la casa consistorial de Respaldiza… En la instancia suscrita por varios vecinos de este Ayun­tamiento suplicando se reponga el tránsito que dirige a Sálvada titulado «Las Escaleras», recayó el siguiente acuerdo: No resultando interesado en parte el pueblo de Salmantón en la reposición de la subida de la Sierra de Sálvada por el punto señalado por los reclamantes titulado «Las Escaleras» y siendo por lo tanto los más interesados los que más uso hacen de la subida a dicha sierra, se encomienda a la alcaldía para que reúna a los reclamantes y del acuerdo determinen la forma de habilitar aquel paso de suyo importante dándose por acordado lo que de esta comparecencia resulte» .

Un mes más tarde, el 2 de Septiembre el Ayun­tamiento nombra al Síndico Pedro de Gaviña para que reconozca sobre el terreno cómo se encuen­tra esta subida a la sierra, a sabiendas de que el pueblo de Salmantón no quiere saber nada de este asunto: «Dada lectura de la acta presentada y levanta­da ante el Sr.Alcalde sobre conservación de la vereda

la Sierra de Sálvada denominada las «Escaleras»de Unguino, opuesta por el pueblo de Salmantón y en vista de la utilidad de esta vereda para el servicio de varios pue­blos, por lo que se ofrecen a su reforma el Ayuntamiento vino en acordar se trasmita al Sr. Síndico acompañado de D. Pedro de Gaviña para que procuren armonizar esta cuestión ó en su caso contrario informen sobre el terreno lo que estimen justo».

Un mes más tarde, con el fin de cumplir lo acorda­do de habilitar la vereda a Unguino, el síndico Pedro Gaviña se persona en la subida a la Sierra de Salvada denominada «las Escaleras de Unguino» y emite un informe aconsejando que se inutilice el paso por las Escaleras de Unguino y se use la subida que ascien­de por el sendero de Atacha: «…en la parte baja de la Peña se ha verificado una derroñada grande de tierra, quedando la peña viva que pone no sólo un paso impo­sible sino sumamente peligroso al atrevido a subir por la grande lastra en declive. Verificada la subida hasta confinar con el casco se encuentra otra gran derroñada de tierra derivada del casco quedando en descubierto otro fuerte elevadísimo lastrón que hace imposible y peligrosísima la subida. Con el estado de estos dos pasos imposibles de atravesar sin grandísima exposición en la subida larga y pendiente a Sálvada y considerando lo muy costosa que sería habili­tar una vereda utilizable en una temporada de verano, induce a la comisión a proponer se inuti­lice totalmente esta subida, para prevenir peligros, prohibiendo al efecto el paso y ordenando veri­fiquen los ganaderos la subida por el Sendero de Atocha y que se ordene también al pueblo de Salmantón quite las dos man­chas de hierba que hay en el casco primero

Esta decisión de cerrar el ascenso a la sierra por las Escaleras de Unguino no gustó a los pueblos que usaban desde tiempo inme­morial este paso que consideraban «de gran benefi­cio a la Sierra de Salvada», pues en el mes de marzo de 1893 presentan un presupuesto preparado por Miguel Isla y Manuel Campo, por el que se compro­meten a su habilitación por la cantidad de ciento doce pesetas, manifestando que los pueblos intere­sados pueden contribuir económicamente. El Ayun­tamiento acuerda que el señor Alcalde se reúna con los representantes de los pueblos y vea la forma en la que cada uno está dispuesto a contribuir a sufra­gar la obra, bajo la condición de ser inspeccionada la obra por el Ayuntamiento –.

El 27 de Junio de 1897 el Ayuntamiento de Arespalditza/Respaldiza recibe una instancia que los al­caldes de barrio de los pueblos de Menoyo, Oceca, Quejana, Beótegeui, Menagaray, Costera y Retes habían elevado a la Diputación para que acudiera la Comisión Provincial de Caminos a realizar una vista ocular y dar el visto bueno a la habilitación del paso a la Sierra de Sálvada denominado «Esca­leras de Unguino». No pasan muchos días cuando, el 17 de Julio, en el Ayuntamiento de Arespalditza/ Respaldiza se recibe la siguiente notificación de la Comisión de Caminos, notificación que el Ayunta­miento también hace suya: «La Comisión que suscribe, practicada la vista ocular que se ordena en la subida á Sálvada por el término de las «Escaleras de Unguino», encuentra intransitable el paso por las derroñadas de tierra que han inutilizado la vereda antigua y se deja ver en gran parte la lastra viva de piedra. Esta subida como expresan los pueblos exponentes es muy útil y necesa­ria a los vecinos que por allí hacen la subida a Sálva-da porque economizan tiempo y ven sus ganados que se recrean en dicha Sierra en la temporada de verano, pero como es indudable que muchos á pesar de lo peligroso del paso se irán por allí, sería muy triste el tener que lamentar alguna desgracia. Es pues indispensable o inutilizarla totalmente o habilitarla abriendo escaleras en la roca á pico. Lo primero^ es un proceder contrario al uso y costumbre que de tiempo inmemorial tienen los pueblos y ocasionarles el gravísimo inconveniente de verificarlo con gran rodeo. Lo segundo es más acertado, y como resulta que en la parte superior tiene el terreno jurisdiccional el municipio y en la parte inferior el pueblo de Salmantón, la comisión estima que la corporación contribuya con la mitad de su coste y los demás pueblos el resto, entrando el pueblo de Salmantón, a quien debe obligarse por los medios de rigor que se han aportado en cuanto que tiene allí jurisdicción y en ella enclavada la subida pública y no es bastante razón el negarse a su sostenimiento contra la conveniencia del público» (Salmantón no había firmado la petición….). El lista­do de un alto número de pueblos y el compromiso económico tomado nos da idea del aprecio que los vecinos de este entorno daban a subir a la sierra por las Escaleras de Unguino ya que, a pesar de ser un camino peligroso, en la época de verano eco­nomizaban mucho tiempo, al no tener que dar un rodeo por el portillo de Menerdiga. Llama la aten­ción cómo la Comisión de Montes y Caminos, a la hora de posicionarse en su escrito, tiene en cuenta el uso y costumbre que venían teniendo los pueblos del entorno y el gran inconveniente que les suponía dar un gran rodeo para subir a la sierra a vigilar el ganado.

El día 1 de Agosto de 1.893 la Excelentísima Di­putación Foral de Álava toma el acuerdo de con­ceder los permisos necesarios para habilitar la su­bida a la Sierra de Salvada denominada «Escaleras de Unguino» y que, como ya se había acordado, el Ayuntamiento pague la mitad del coste de las 112 pesetas y la otra mitad los otros pueblos, incluido Salmantón. El 1 de Septiembre de 1893 el Ayunta­miento notifica que ha hecho la reunión acordada con todos los pueblos y que la obra la hará D. Mi­guel Ysla, vecino de Óceca, correspondiendo a D. Víctor y Don Romualdo Basualdo el examen de la obra que se haga y los reparos que pueda merecer.

En la sesión celebrada en el salón consistorial de Arespalditza/Respaldiza el día 1 de octubre del año 1893 el Ayuntamiento da por aprobadas las esca­leras hechas en la subida a Unguino: «estampando la conformidad en el expediente sobre habilitación del cordel á Sálvada denominado «Escaleras de Unguino» que fue encomendado a D. Miguel Ysla, vecino de Oceca, que había trazado a pico sobre la peña cincuenta y cuatro escaleras, dando la obra por bien hecha, en cuya vista mereció la aprobación del Ayuntamiento y ordenó se pagaran a D. Miguel de Ysla cincuenta y seis pesetas, mitad del coste».

Suponemos que los años posteriores a esta repa­ración los vecinos de los pueblos que habían contri­buido con dinero siguieron usando este paso, pero desconocemos hasta cuándo se siguió usando con cierta seguridad. Pablo Gotxi nos cuenta que ha su­bido a la sierra cientos de veces por el portillo de las Escaleras y Fernando Campo, nacido en Erbi, nos comenta que el año 2000 descendió de la sierra por el portillo de las Escaleras. En las paredes del salón de plenos del antiguo Ayuntamiento de Ares-palditza/Respalditza cuelga un magnífico mapa ela­borado por el señor marqués de Acha el año 1930 en el que aparece señalada una senda que lleva el nombre de «Senda de las Escaleras», la senda que muchos pastores ayaleses han transitado y que trepaba a la sierra por el difícil portillo de las Escaleras o Escalerillas, al oeste del pico Unguino.

 

AZTARNA SEPTIEMBRE 2014

POR SALVADOR VELILLA CÓRDOBA

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