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Apuntes de FF.CC. en Orduña

Apuntes de FF.CC. en Orduña

Hablar del ferrocarril y su incidencia sobre la ciudad de Orduña (Vizcaya) y su jurisdicción, es referirnos en sus indicios a la lí­nea ferroviaria de Bilbao a Tudela.

Por ley de 11 de julio de 1856, se autorizaba el anuncio de subasta para la construcción del ferrocarril de Bilbao a Tudela, pasando por Orduña, Miranda y Logroño. El 6 de julio de 1857 se aprobó su trazado, que pasando por Miranda, como ya se ha dicho, enlazaba con la lí­nea de Zaragoza a Alsasua, a 25 kilómetros de Tudela, y posteriormente dicho empalme se fijó en Castejón.

La subasta se celebró el 31 de agosto y sólo acudieron los señores Ingunza y Zorrozua, que representaban a los señores Epalza, Barroeta, Jusúe, Aguirre, Uhagón, Ansuátegui y Obieta. La subvención ofrecida por la Administración fue de 30.000 escudos por kilómetro, a cuyo tipo fue adjudicado el ferrocarril, que contarí­a con una longitud aproximada de 248 kilómetros.

Por lo tanto, se constituyó una compañí­a con el tí­tulo de Ferrocarril de Tudela a Bilbao, con un Consejo de Administración presidido por don Pablo Epalza.

El 5 de diciembre de 1857 comenzaron los trabajos bajo la dirección facultativa del ingeniero británico Charles Vignole, con otros ingenieros y personal también ingleses, y con la colaboración del ingeniero español don Manuel Peironcelly.

En el mes de marzo de 1863 se inauguraba la sección de Bilbao a Miranda de Ebro, llegando los primeros trenes a Orduña. El movimiento ferroviario fue continuado y normal, con interrupciones de las comunicaciones entre Orduña y Miranda, a causa de las acciones de los guerrilleros carlistas, durante los años de 1873, 1874 y 1875.

Esta lí­nea no fue rentable. Ya a los tres años de iniciada su explotación, la compañí­a estaba al borde de la quiebra, que por el momento se conjuró en una magna reunión de acreedores y accionistas, animados de un gran espí­ritu de concordia, colaboración y decisión. La reunión se efectuó en unos grandes almacenes de la estación de Bilbao, que desde entonces se llamaron Almacenes de la Concordia, firmándose el acta de acuerdo el 11 de octubre de 1866. Posteriormente se vendieron dichos almacenes a una sociedad constructora, pero el solar siguió llamándose Terrenos de la Concordia.

A pesar del acuerdo, la marcha económica de la empresa no mejoró, y a los 12 años, en 1878, el Ferrocarril de Tudela a Bilbao se entregó a la Compañí­a del Norte, que por aquel entonces era casi totalmente de capital francés. Resumiendo, el 28 de marzo de 1878, la Compañí­a de Caminos de Hierro del Norte, fundada por el grupo financiero francés de los Pereire, adquirió los derechos y propiedades de la lí­nea de Tudela a Bilbao.

«Aquí­ se puede poner el interés que el ferrocarril tuvo sobre la comarca del Nervión, por sus industrias, facturación de sus productos, transporte de personal, relaciones de Bilbao con Castilla, etc., etc.»

El ferrocarril, posteriormente, se fue modernizando con las nuevas técnicas de explotación ferroviarias, así­ como nuevas estructuras administrativas, y ya una vez que se unifican las lí­neas de ancho normal, en la que estaba incluida Orduña, pasan las lí­neas de la compañí­a de Hierro del Norte a integrarse en Renfe. Dentro de Renfe, Orduña ve llegar la electrificación, con supresión total de la antigua tracción a vapor el dí­a 28 de agosto de 1956, coincidiendo con la inauguración del trayecto de Miranda de Ebro a Bilbao.

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