ARRASTARIA (9 de mayo)
La Fiesta del 9 de mayo deriva del voto realizado por los vecinos de Arrastaria de tener a la Virgen de la Antigua de Orduña como patrona. Efectivamente, en Logroño, el 18 de MARZO de 1642 aprobó y confirmó el ilustre señor d. Gonzalo Chacón el voto que el municipio de Orduña, en nombre de la ciudad y de sus vecinos, otorgó a 8-5–1639 de tener desde ese día para en adelante, por patrona de la ciudad, a Nª Sra. de Orduña la Vieja, y en conmemoración de este acto, celebrar como día festivo el 8 de Mayo de todos los años venideros, asistiendo en procesión general al santuario y celebrando en él, misa solemne. A este voto se unieron los vecinos del valle de Arrastaria, compuesto de los alcaldes de Aloria, Artomaña, Délica y Tertanga, otorgando un acuerdo y voto parecido al de Orduña, para el día de San Gregorio de mayo, día 9, en el cual verifican su procesión al Santuario y conservan la fiesta en honor de la Virgen de la Antigua.
La renovación del voto a la Virgen de la Antigua, por parte del valle de Arrastaria, se celebra desde 1639. Fue precisamente un 15 de mayo cuando los habitantes del municipio, representados por los vecinos Diego García de Murga, Domingo de Albinarrate, Joan de Bardeci y Joan Pinedo Cascaxo, pidieron a Orduña un tanto del voto que había hecho la ciudad, aunque ese año la procesión se celebró el 22 de mayo. Desde 1642 fue aprobado por el obispo de Calahorra el patronazgo de Arrastaria, en el que se le concedía su propia ofrenda y renovación del voto. Era obligado acudir a la procesión si no se quería ser multado con 200 maravedíes. Estos años de devoción mariana sólo se vieron interrumpidos por la guerra civil de 1936. Los votos de 1937 y 1938 no se pudieron realizar ya que el frente estaba en los lindes del Santuario y de los pueblos del valle, y al quedar en tierra de nadie, los pueblos habían sido abandonados.
La procesión cívica de los habitantes del Valle partía desde la ermita del Buen Suceso. Hasta la década de los cuarenta en Delika, se formaba una procesión integrada por todas las personas del pueblo. Una hora antes de empezar el cortejo por las calles de Orduña y tras el repique de campanas, salía la procesión encabezada por el párroco de Delika, que desde la iglesia del pueblo, Santa María, recorría la aldea en dirección a la ciudad. La procesión iba encabezada por dos pendones encarnados, llevados por los vocales de la Junta, la cruz de plata portada por el alcalde pedáneo y los ciriales eran transportados por los niños de la escuela. Desde el Buen Suceso era el alcalde de Arrastaria quien llevaba la cruz de Delika hasta el Santuario. Hoy en día cada aldea del valle porta un pendón, manteniéndose la costumbre de que el primer estandarte sea el de la antigua capital del valle (hace unas décadas Delika llevaba dos pendones, el que encabezaba y el que cerraba el cortejo). Antes de la guerra civil era costumbre volver a casa a comer, más tarde se popularizó el quedarse en Orduña para hacerlo; unos en los restaurantes y otros en los alrededores de la plaza de toros, en la campa existente.
Al acabar la celebración religiosa en el Santuario, se bailaban, delante del templo, las “entradillas”[1]. Durante mucho tiempo se impuso la costumbre de seguir un turno a la hora de bailar; así, primero salían cuatro mozos de Delika, después dos de Artómaña, luego dos de Tertanga y uno de Aloria. Antes de iniciar el baile los mozos tiraban la boina al suelo, delante del txistulari.
Actualmente sólo se mantiene la tradición de que sea uno de Delika quien inicie el baile.
Antiguamente, después de bailar las entradillas, los jóvenes del valle que habían salido a danzar, sacaban a una chica de Arrastaria a bailar delante del santuario una jota y un puerro. Por la tarde, en Orduña, se solía celebrar una romería amenizada por algún conjunto u orquesta. Este baile hasta hace unas décadas sólo lo bailaban los hombres.
[1] Entradillas: danza que se baila en ciertas romerías alavesas, entre ellas la que se celebra el 9 de mayo en el Santuario de la Virgen de la Antigua, en Orduña. El baile se ejecuta ante el santuario, por un mozo de cada uno de los pueblos de Delika, Artómaña, Aloria y Tertanga, allí representados. Empieza la entradilla con un aire relativamente lento, como “andante mosso” que, al repetir la 2ª parte, se va calentando hasta llegar al “prestíssimo o vivace”. La música esta en compás de 2×4 y se ejecuta con el tamboril y el txistu.