Apuntaciones Históricas y Geográficas de la Ciudad de Orduña (III)
3.- Consideraciones y notas sobre el nombre de Orduña
Ya se ha visto que en el siglo octavo cuando el Rey Don Alonso el Católico, y el primero de los Alonsos, hizo tantas y tan admirables conquistas a los moros, no tuvo que enviar pobladores a Orduña (que así se llamaba entonces) porque siempre había sido poseída de sus antiguos moradores.
En uno de los falsos chronicones, esto es, en Luitprando (en los Adversarios núm. 278) hay un fragmento, donde no se sabe quién dijo: «Que sienten probablemente los que creen sea Flaviobriga la ciudad a quién los moros llamaron Orduña, cabeza de los Amanos, que eran parte de los pueblos Autrigones».
Parece inútil que nos detengamos aquí a refutar semejante especie. Ella viene de mala parte, y demás es materia bien sabida, como hecho constante en todas las historias de España, que los moros no dominaron a Orduña; no bajaron jamás la Peña de su nombre, ni ella dejó de estar en poder de sus antiguos moradores.
En el siglo octavo se perdió España (sea por los años de 711 según unos chronologistas, o sea por los de 714 según otros) y a mediados del mismo siglo octavo, ya había muerto cargado de triunfos y victorias contra sus bárbaros invasores, el Católico Alfonso primero, declarando su nieto Alonso 3º el Magno, que Orduña no le había dado que hacer, lo que las otras que refiere. A los 30 y 40 años de la pérdida general ya estaban expelidos los moros de todas aquellas partes inmediatas a la Peña de Orduña, y a la Peña horadada junto a Oña. Pues ¿cuando le habían de dar los moros el nombre de Orduña, como supone aquel fragmento? Lo que se tiene por cierto (y no se puede negar lo verosímil) es que Orduña, viene de Ordoño u Orduño, algún soberano del país que la benefició, la privilegió y le dio su nombre. Ordoño primero Rey de Asturias y León, no pudo ser porque antes de su reinado en 850… ya se llamaba Orduña. Así es que el Príncipe su nomenclator seria natural soberano del país. Gabriel de Henao con Méndez de Silva, en sus poblaciones de Vizcaya y otros, son de esta opinión. La palabra Orduña no es moruna sino vizcayna, y así se debe entender de lo que dice Esteban de Garibay al tomo 3º capítulo 10 pagina 21 de su Historia de España: «Con esto, dice, al Rey Don Fortum Garcés lo debió poner el Rey Don García Iñiguez, su padre, el nombre de Fortun o Fortuna (le sucedió el año de Cristo de 802) pues el nombre de Fortuño y el de Ordoño de los Reyes de Oviedo y León, es uno mismo. El cual, hasta hoy día, es muy común en las montañas de Cantabria, donde ay muchos hombres así llamados (Ordoños, Fortuños, Ortuños) lo cual hace mi opinión más verisímil para creer que la dependencia de estos Reyes no hubiese sido de la sangre de los godos, sino de los españoles naturales de la tierra (Garibay, impreso en 1567)».
Considerando pues, todo lo expuesto sobre el asunto, parece que el nombre de Orduña, conocido ya a mediados del siglo octavo, es nombre absolutamente español, y no moruno: que se le dio o se le puso a aquella Ciudad, algún Príncipe o Señor de ella misma, o de Vizcaya llamado Ordoño u Ortuño, nombre propio del país. Y que aunque en algunos manuscritos se halla escrito Urduña, y tambien dice Urduña Esteban de Garibay al libro 13, capítulo, 20 página, 229 del tomo 2º de su Historia, se llama, y debe llamarse Orduña, porque así la llaman los historiógrafos más antiguos, los códices, y los privilegios ya citados, y los archivos donde existen.
En el párrafo que hemos copiado de la chronica general de España, escrita por el Rey Don Alonso el Sabio (hijo de San Fernando) se han visto estas palabras de la parte 3ª y capítulo 4. Lidió con los moros, e venciolos e ganó de ellos estos logares…Garnica.
Como no hay semejante noticia en ningún autor ni en los chronicones anteriores al Sabio Rey, con sobrado fundamento han creído los críticos que han hecho alto sobre aquella palabra, que fue yerro en el original, en alguna copia que se sacó; o yerro de la misma imprenta, desde la primera edición. Porque Don Alonso el Católico, que como dice de él la chronica general, lidió con los moros, a mediados del siglo octavo (fue su muerte el año de 757) no bajó a Vizcaya, donde entonces no había pueblo; si no campo de Garnica, con algunos solares desparramados por él. No había moros en Vizcaya, en Garnica que está en el centro, ni en ninguna otra parte de ella. Es un principio sentado, es digámoslo así un dogma histórico en España, que los Arabes, o sean los moros, jamás pudieron penetrar en Vizcaya; y así, a ella se refugiaron las reliquias de la Nobleza, y del Cristianismo. Quedan ya explanadas en estas apuntaciones muchas y grandes autoridades en confirmación del mismo dogma histórico, por lo que no hay necesidad de repetirlas. Pues, ¿como el Rey Don Alfonso el primero de León, había de conquistar a Garnica en Vizcaya, de poder de los moros, si en aquel tiempo no había pueblo de Garnica, ni jamás hubo moros en las tierras de Vizcaya?
Más. En el siglo décimotercio, siglo del Rey Don Alonso el Sabio, y de su chronica General, tampoco estaba fundado el pueblo de Garnica. Había campo de Garnica, no pueblo, villa ni lugar. En prueba de esto, daremos al fin de estas apuntaciones una copia del Privilegio (privilegio raro y estimable por muchos motivos) dado para la Población de Garnica a 26 de abril de 1366 por el Conde Don Tello, vigésimoquinto Señor de Vizcaya, en su Cámara de Orduña, con placer de todos los vizcainos. El original, se conserva en el Archivo del mismo Pueblo y aun puerto de Guernica. Se verá después.