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Poblamiento altomedieval en Ayala y Alto Nervión (I)

Poblamiento altomedieval en Ayala y Alto Nervión (I)

imagenes1802aALTA EDAD MEDIA EN AYALA: INICIO DE LA INVESTIGACIí“N Y OBJETIVOS
En las últimas décadas el estudio de la Alta Edad Media en el Paí­s Vasco, y más concretamente en ílava, es una de las disciplinas que más ha avanzado gracias al desarrollo de nuevas propuestas protocolarias –como la Arqueologí­a de la Arquitectura o la Arqueologí­a del Paisaje-, con la detección continuada de yacimientos que han aportado nuevos marcos interpretativos –Aldaieta o Alegrí­a-Dulantzi-, con la excavación en extensión de aldeas –Catedral de Santa Marí­a, Zornoztegi o Zaballapor poner unos ejemplos- o con el desarrollo de la denominada comúnmente Arqueologí­a de Gestión que se ha beneficiado de los métodos y datos proporcionados por los anteriores.
Además, gran parte de los arqueólogos que en la actualidad se encuentran trabajando en proyectos de investigación con fases altomedievales han podido asistir a recientes encuentros o seminarios en los que han podido conocer y familiarizarse con investigadores del resto de Europa con proyectos con-solidados, con nuevos enfoques interpretativos y con desarrollos de nuevas lí­neas de trabajo. Todo ello está contribuyendo a que en un corto espacio de tiempo numerosos profesionales e investigadores se encuentren ante nuevos marcos explicativos, ante recientes seriaciones, con las aportaciones de los estudios bioarqueológicos y con diferentes datos con los que establecer comparaciones. Con todo ello debemos tener en cuenta que la Arqueologí­a de la Alta Edad Media está llamada a desempeñar en los próximas décadas un desarrollo considerable fruto de los distintos grupos de investigación surgidos en la Universidad del Paí­s Vasco y que a su vez incentivan y muestran los nuevos paradigmas interpretativos a los profesionales desligados del ámbito académico. Sin embargo el estudio de la Alta Edad Media en el Paí­s Vasco no está en la actualidad exento de problemas. Muchos de los cuales tienen su origen al ser una investigación en ocasiones derivadas de otras, con materiales adscritos a cronologí­as altomedievales localizados en yacimientos con otros fines y, en muchos casos, con un registro arqueológico difí­cil de interpretar en comparación con otras fases ocupacionales. Uno de los problemas que creemos más acuciante es la situación tan heterogénea de la investigación de la Alta Edad Media en el Paí­s Vasco en comparación con otras etapas más desarrolladas en el conocimiento del registro material de sociedades pasadas. En un reciente congreso celebrado en Vitoria por la EHU-UPV titulado Vasconia en la Alta Edad Media el medievalista inglés Chris Wickman se sorprendí­a del enunciado del encuentro en referencia a los escasos datos aportados por los participantes de franjas o localizaciones fuera de ílava, e incluso de la Llanada . Esto se debe, en principio, a la implicación de un número considerable de factores en los últimos treinta años de desarrollo de la arqueologí­a en nuestro territorio como puede ser el propio avance de la disciplina en comparación con el estudio de otras épocas, el distinto entramado de profesionales, el dispar volumen de excavaciones ejecutadas con motivo de obras o las facilidades que la administración de cada Territorio
Histórico ha puesto a la hora de intervenir en yacimientos de esta cronologí­a. Actualmente la Universidad del Paí­s Vasco ha ejercido de polo de atracción de un número considerable de investigadores y becarios que han versado sus estudios en localizaciones, yacimientos o elementos cercanos a la capital vasca. Esto ha provocado cierto retraimiento en el desarrollo de la disciplina en los últimos años en Bizkaia, Gipuzcoa y franjas extensas de ílava realizándose casi únicamente investigaciones en yacimientos muy concretos. Por otro lado en la última década han surgido grandes obras que recopilando la información extraí­da de los datos con los que contamos –de un gran número de yacimientos excavados o de elementos conservados- ha permitido tener tí­tulos de referencia que han enriquecido enormemente el discurso facilitando además el trabajo a un número importante de profesionales. Asimismo en los últimos cinco años se están acometiendo grandes excavaciones arqueológicas y otras con resultados espectaculares que serán publicados próximamente. Sin embargo, el conocimiento exhaustivo de gran parte del territorio fue acometido en décadas pasadas por autores que realizaron una labor de compilación muy exhaustiva y que nos acercaban casi por primera vez ante asentamientos, materiales y cronologí­as hasta esa fecha poco más o menos que desconocidas, ya que en muchas ocasiones se les atribuí­a otro origen y naturaleza. Estas obras son el fruto de hacer historia. Están realizadas con los materiales con los que se contaba antes de la década de los 90, en muchos casos sin tener noticia de su contexto o estrato original, sin secuencias, con elementos extraí­dos de su lugar de origen o insertados en construcciones posteriores, etcétera.; con pequeñas excavaciones arqueológicas realizadas al amparo, y con los consiguientes problemas, de las primeras obras de urgencia y con un registro en muchas ocasiones desconocido o sesgado. Siempre teniendo en cuenta otros materiales arqueológicos como son las escasas y breves referencias escritas extraí­das de unos pocos textos analizados hasta la saciedad tanto en su origen, como en su autorí­a y veracidad.
Los estudios recientes, tanto las sí­ntesis realizadas para todo el Paí­s Vasco como los trabajos más concretos, han contado en todo momento con los datos aportados por estas obras de referencia que en muy pocas ocasiones se puede indicar que contienen afirmaciones actualmente superadas por otras. Es por lo tanto necesario en toda investigación tener estos estudios preliminares en los que se haga una recopilación zonal de todos los datos con los que contamos. Por poner sólo un ejemplo en el territorio histórico de Bizkaia la mayorí­a de los datos que poseemos proceden de los trabajos realizados por Garcí­a Camino y recopilados en su tesis doctoral publicada en 2002. Gran parte de las evidencias arqueológicas de las que disponí­a el autor pertenecí­an a localizaciones de Bizkaia nuclear, Arratia y el Duranguesado.
Casi una década después muchos intentamos iniciar nuestra investigación intentando coger el testigo y centrando nuestra atención en aquellos territorios no abordados hasta la fecha por otros autores. Ese es el caso del estudio que realizamos en 2010 en el territorio vizcaí­no de Las Encartaciones. Tras esta primera experiencia nuestro acometido en los últimos años, y que gran parte de su desarrollo metodológico exponemos a continuación, ha sido ampliar geográficamente nuestra labor investigadora a territorios circundantes como zonas concretas del Norte de Burgos, Valle de Losa y Valle de Mena), Tierra de Ayala y Alto Nervión. Para ello hemos querido tener presente siempre la labor de esas obras de referencia y de esos estudios preliminares que toda investigación necesita con aproximaciones introductorias que recorren parte del camino exprimiendo las fuentes históricas –analizando lo que dicen los textos, lo que no dicen, lo que hay velado en ellos- y recopilando toda la documentación arqueológica disponible –estudiando los escasos materiales recuperados, su posible adscripción cronológica, su origen y naturaleza-. En definitiva la adquisición de todos los datos que podemos englobar en ese estado de la cuestión que toda investigación necesita como cimentación.
Gracias al Instituto Alavés de Arqueologí­a, y a su programa Ondare desarrollado a lo largo de 2011, se ha podido realizar la actuación titulada Arqueologí­a de la Alta Edad Media en la Tierra de Ayala. Poblamiento altomedieval en la Tierra de Ayala y el Alto Nervión. Municipios de Artziniega, Ayala/Aiara, Laudio/Llodio, Amurrio. Okondo y Urduña/Orduña. Siglos VI-XII centrándose en esta ocasión en una prospección selectiva de los más de 60 asentamientos, localizaciones, necrópolis, etcétera, de los que tenemos referencia textual o material entre el siglo VI y mediados del siglo XIII. La recopilación de información de los asentamientos con evidencias altomedievales, los datos com-pilados del registro textual, los materiales frutos de hallazgos casuales o excavaciones, junto con otros datos incluidos al menos de forma preliminar –orografí­a de los asentamientos, datos de las imágenes LiDAR, áreas de producción, relaciones entre asentamientos,…- han aportado una caudal de información tal que futuras actuaciones más directas pueden aprovechar. Por lo tanto nuestro fin claro en este proyecto ha sido insertar la Tierra de Ayala en un estudio más amplio desarrollado a lo largo de los últimos años. La oportunidad brindada por el Instituto Alavés de Arqueologí­a está permitiendo la continuación de esta investigación ampliando su desarrollo al Norte del Territorio Histórico de ílava y por lo tanto avanzando en este estudio sobre el poblamiento altomedieval al Norte de la divisoria de aguas hasta la consolidación del paisaje ayalés pleno medieval.
Esta ampliación espacial del estudio desde la comarca vizcaí­na de Las Encartaciones a territorio alavés no es fortuita. Responde a una serie de factores comunes entre ambos territorios. Les une, por ejemplo, la falta de estudios de conjunto. Las Encartaciones vizcaí­nas no estaban re-cogidas en la obra de 2002 de Garcí­a Camino, ya que gran parte de las evidencias arqueológicas delas que disponí­a el autor pertenecí­an a localizaciones de Bizkaia nuclear, Arratia y el Duranguesado; habiendo un vací­o casi total de materiales y datos en otras regiones como Orozco y Las Encartaciones. A Orozco se le presupone, por cercaní­a y por su devenir histórico, una pronta relación con el Valle de Ayala apenas comprobada dada la ausencia casi total de referencias arqueológicas y textuales anteriores al siglo XII. Las Encartaciones, por otro lado, eran para muchos autores un territorio con una personalidad histórica propia desde el siglo XI; diferenciada del resto del señorí­o vizcaí­no por su amplia autonomí­a. Creemos que esta de definición viene en parte originada, además de por su carácter diferenciador posterior ejemplificado en las Juntas de Avellaneda, por las prontas referencias textuales que hacen mención a relaciones con gentes venidas del Sur. Es el caso de la referencia de la Crónica de Alfonso III que cita para mediados del siglo VIII la repoblación de Carrantia-Karrantza) y Subporta-Sopuerta) con gentes venidas del Ebro y del Duero. Por lo tanto Las Encartaciones podí­an haber sufrido el olvido derivado de la utilización como comodí­n de esta supuesta personalidad histórica con respecto al resto de Bizkaia. Su historiográficamente tradicional aculturación mediterránea temprana, su situación fronteriza entre el resto de Bizkaia y la monarquí­a astur, su propio hermetismo geográfico y su propia evolución polí­tica posterior ha podido hacer de este territorio un enclave olvidado. Estas ideas basadas en los escasos estudios versados sobre este territorio pueden trasladarse a Ayala ya que ésta última no se suele citar en estudios recientes sobre la Edad Media alavesa. Sólo los magní­ficos resultados obtenidos en las actuaciones arqueológicas realizadas en el Santuario de La Encina en Artziniega o en Aloria permiten, en ocasiones, ver referencias a nuestro territorio objeto de estudio. En nuestro caso concreto su posición al Norte de la divisoria de aguas ha permitido su vinculación, como ya hemos citado, constante con el territorio vizcaí­no y más concretamente con Orozco y Orduña. Las intervenciones realizadas han sido mayoritariamente fruto de la Arqueologí­a de Gestión, los estudios, la mayorí­a de las veces zonales, han analizado escasamente nuestra época y las investigaciones especí­ficas han sido casi siempre realizadas por autores que han tratado otras áreas geográficas y que únicamente han hecho menciones aisladas a la Tierra de Ayala. Una recopilación exhaustiva de toda la información recogida durante los últimos años (documentación histórica, noticias, hallazgos casuales, referencias antiguas y excavaciones) podí­a reflejar un mapa de distribución de un poblamiento altomedieval escasamente esbozado completado posterior-mente con la elaboración de una prospección selectiva. En segundo lugar, hemos citado anteriormente la pronta mención de algunas zonas de Las Encartaciones con respecto a otras zonas del resto de
Bizkaia. También en esta Crónica de Alfonso III (Siglo VIII) se cita Ayala como Alaone o Aiaone y Orduña que aparece como Urdunia. En el 804 Orduña aparece como donación de Valpuesta por el rey Alfonso II al obispo Juan y a partir del 864 sabemos por varios documentos la existencia en Ayala y en el Valle de Mena de entidades (monasterios, villas,aldeas, …) como Añes, Lejarza, Ervi, Sojo, Obaldí­a, Salmantón, Retes, etc; gracias entre otros documentos a la donación de los monasterios de San Vicente de Añes y Santiago y San Juan de Uzuza (posiblemente Ozeka) a la abadí­a de San Félix de Oca en 864.
Todas estas menciones –junto con las más numerosas del siglo XI- nos acercan a una realidad y nos aportan ligeras pistas de este territorio durante la Alta Edad Media. Debemos considerar por ejemplo la mención de Ayala y Orduña como entidades concretas con personalidad propia en la Crónica de Alfonso III; o la temprana referencia a asentamientos concretos que marcan una pronta necesidad de ejercer dominio y poder sobre los mismos.
Para este equipo antes del comienzo de los trabajos las únicas evidencias materiales del pasado medieval de esta región eran las estelas recuperadas en Artziniega, Menagarai y Luiando, los resultados de las excavaciones del Santuario de Nuestra Señora de la Encina, San Clemente de Arbileta o Zedelica, los restos románicos diseminados por todo el valle o el origen de muchas de las aldeas e iglesias de nuestro territorio fruto de poner sobre el mapa las viejas denominaciones extraí­das de la temprana documentación. Nuestro objetivo final era recopilar toda la información disponible. Situar en el plano todas las evidencias de poblamiento altomedieval y así­ disponer de una información que sirva de punto de partida para pasar nuestro territorio objeto de estudio por los mismos estadios por los que están atravesando el resto de regiones adyacentes del cantábrico oriental. Sin embargo, el trabajo efectuado no ha empezado desde cero y ha tenido siempre como referencia obras anteriores. Dos de ellas pueden ejemplificar los tipos de trabajos versados sobre Ayala. La magní­fica y monumental labor compiladora de Micaela Portilla en su Catalogo Monumental de la Diócesis de ílava, de la que todo trabajo puede beneficiarse en el Paí­s Vasco, ha permitido recopilar gran parte de la documentación existente, situarnos ante los elementos y asentamientos altomedievales y emplazarnos y dar lección de los materiales del Medioevo incrustados en muchas ermitas e iglesias de Ayala. Pero por otro lado no es hasta la publicación de un breve artí­culo en 1999, de M. J. Torrecilla Gorbea e I. Garcí­a Camino publicado en el V Congreso de Arqueologí­a Medieval Española, en el que se ordena, de manera preliminar, los datos documentales y arqueológicos disponibles en un discurso comparado con el entorno circundante (más concretamente la Bizkaia nuclear en el que se habí­an realizado más actuaciones arqueológicas), contemplando las similitudes y los contrastes en cuanto a la cronologí­a y significados de los textos, en cuanto a la ubicación, desarrollo y organización de los asentamientos y en cuanto al devenir posterior ante el poder ejercido por las familias dominantes. Nuestra intervención sobre el paisaje altomedieval ayalés serí­a no intervencionista y únicamente contarí­a con las apreciaciones durante las labores de prospección selectiva de los elementos; exponiendo con nuevos protocolos referencias posiblemente no examinadas con anterioridad. Contemplamos además en todo momento la naturaleza de los datos que se manejan –referencias textuales, materiales descontextualizados, noticias,…- y la subjetividad implí­cita en muchos de los trabajos realizados hasta la fecha. También debemos informar que nos encontramos en estos momentos ante una investigación abierta ya que el propio desarrollo de los trabajos está aportando continuamente nuevos datos que deben ser contrastados y examinados. Es nuestro fin en estas lí­neas presentar el proyecto iniciado, explicar la metodologí­a utilizada hasta la fecha y exponer de manera preliminar algunas conclusiones.
El estudio se ha centrado en la Tierra de Ayala denominación que tiene diferentes connotaciones a diferencia de Valle de Ayala pero que ejemplifica y admite Cuadrilla, Valle,…. Ayala es una de las siete cuadrillas en las que se divide el Territorio histórico de ílava. Como comarca se la denomina Cantábrica Alavesa, ya que engloba la mayor parte del territorio de esta provincia que se sitúa en la vertiente cantábrica. Incluye los municipios de Aiara-Ayala, Amurrio, Artziniega, Laudio-Llodio y Okondo-Oquendo; que además suman un total de 45 localidades. Además hemos incluido el Alto Nervión con lo que sumamos el vizcaí­no Orduña dando cohesión geográfica e histórica al estudio.

Estudios de Arqueologí­a Alavesa

 

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