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Sierra Salvada, tesoro natural

Sierra Salvada, tesoro natural

Al sur de Vizcaya, señalando el lí­mite con ílava y Burgos, se levanta majestuosa la Sierra Salvada, una cordillera tan fértil como desconocida. Para los no duchos en la materia, es la zona montañosa que cobija los encantos de Orduña; y para los amantes del monte y los espacios naturales, una ruta a recorrer en la obligada visita al nacimiento del Nervión y a la Virgen de la Antigua. Además de un paraje bello, Salvada ‘esconde’ una de las mayores y más ricas reservas de flora y fauna de toda Europa.

A un paseo pausado y a mirar con detenimiento invitan los autores del libro ‘Gorobel mendilerroa, Sierra Salvada’, del periodista especializado en cuestiones medioambientales Joseba Egiguren y del fotógrafo José Miguel Llano. Largas horas de observación les han permitido sacar algunas conclusiones. Una, que este impresionante entorno alberga «la mayor diversidad de aves de toda la pení­nsula y, posiblemente, del continente». «No somos conscientes de lo que allí­ hay. Hasta la fecha, a diferencia de otros lugares como Gorbea o Urkiola, sobre la sierra no habí­a ningún estudio», señala Egiguren.

Esta zona, encajada entre el Salto del Nervión y Puerto Angulo, es reconocible por su muralla rocosa, de 25 kilómetros. Aquí­ se dan cita 224 especies de peces, anfibios, reptiles, aves y mamí­feros, y numerosas vegetales. La importancia de este enclave natural se resume en estos datos: un tercio de los animales que anidan en Salvada y una quincena de plantas están incluidos en el catálogo vasco de especies amenazadas.

«La confluencia de climas y hábitats en Sierra Salvada permite hallar ejemplares poco habituales por estos lares como el murciélago mediterráneo de herradura o el visón europeo, ambos en peligro de extinción», explican los expertos. Igual que la nutria común, «cuya presencia es el mejor certificado de calidad para un rí­o», en este caso, del Nervión. Aunque escasa, una pareja de águilas reales confirma la riqueza del paraje, donde habita también el buitre leonado y el halcón peregrino.

Son parte de la «extensa y rica colonia de aves» que anida en la sierra. Incluso, se ha avistado también al quebrantahuesos, «el único animal que se alimenta de restos óseos y cuyas pocas colonias naturales de todo Europa subsisten en los Pirineos» y, recientemente, en la Sierra de Cazorla gracias a la reintroducción.

 

De especial protección

El catálogo de la fauna que hace de Salvada un lugar excepcional incluye mariposas y, entre éstas, ejemplares ‘Lopinga achine’ que sólo se hallan aquí­ y en los Picos de Europa. Este también es territorio del lobo y del búho real, «la rapaz nocturna más grande de Europa y la más escasa». Otras especies que Egiguren llama «vulnerables» y que se localizan en «poblaciones pequeñas y dispersas» son el tritón alpino y la rana ágil, controladas «con lupa» y cuyos ejemplares se cuentan con los dedos.

Con una superficie superior a los 100 kilómetros cuadrados, la Sierra Salvada forma parte del corredor ecológico del sur de Europa y está considerada ‘Zona de Especial Protección para las Aves’. «La gente tiene que saber que tenemos ante nosotros una zona privilegiada, un tesoro que es mejor guardar y cuidar», reclama Joseba Egiguren.

La zona, que tiene en Orduña su punto de referencia, destaca por sus formas abruptas y su biodiversidad natural. Pero Salvada también es territorio apreciado «por su valor cultural, histórico, deportivo y mitológico». Se han localizado dos loberas, una con casi un kilómetro de pared, «signo inequí­voco de que ya en el Paleolí­tico existí­an prácticas de pastoreo en la zona», indica Egiguren.

Más tarde, entre los siglos XVI y XVIII, por estos parajes discurrió una de las principales rutas comerciales que uní­a el norte de la Pení­nsula. «Bilbao se abrió al mundo por aquí­», aseguran los autores del libro. En sus cuevas habitaron personajes del universo mitológico como ‘Mari’ y ‘Herensuge’.

«Cada caracterí­stica de la zona es muy importante por sí­ sola, pero si las juntamos el resultado es que Sierra Salvada es un lugar increí­ble», concluyen los autores, quienes certifican que todas las fotos de animales que acompañan este reportaje han sido tomadas en Salvada.

Sierra Salvada, tesoro natural. OCTAVIO IGEA. El Correo.com

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