Origen y evolución del monasterio de San Clemente de Arbileta (I)
M. MARTÍNEZ TORRECILLA A. PLATA MONTERO J. L. SOLAUN BUSTINZA
Munibe (Antropologia-Arkeologia) 58, 2007
- EL CONTEXTO DEL ESTUDIO
El conjunto arqueológico de San Clemente de Arbileta se localiza al noroeste de la villa de Orduña, en un rellano de la ladera oriental de Sierra Salvada, junto a una importante vía de comunicación que unía la Meseta con la cornisa cantábrica a través de la sierra de Angulo. El estudio histórico-constructivo del Conjunto ha sido efectuado de forma conjunta por el Grupo de Investigación en Arqueología de la Arquitectura de la UPV-EHU y la empresa QARK S. Coop., a petición del Centro del Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco. Con su ejecución se pretendía determinar y ampliar la información de los elementos que componían el conjunto y el desarrollo espacial de los mismos, para, en definitiva, poder dotar a este elemento patrimonial del régimen de protección más adecuado a su entidad y categoría. Estos objetivos, encaminados a la gestión del patrimonio arqueológico, fueron conjugados con otros de marcado carácter científico, orientados a un mejor conocimiento del poblamiento altomedieval en el valle de Orduña. Un estudio en el que la arqueología -junto a otras fuentes como las documentales, toponímicas, etc.- muestran una gran potencialidad, en tanto que las iglesias, y con ellas sus necrópolis, son una de las manifestaciones más fáciles de identificar y de mayor valor informativo a la hora de reconocer otras realidades más complejas, como es el caso de la génesis de las aldeas medievales, la fijación del poblamiento y sus relaciones con las estructuras feudales.
Por último, aunque no menos importante, este trabajo también pretendía responder, en la medida de lo posible, a una serie de necesidades derivadas de la ciudadanía, cada vez más concienciada del valor social de su patrimonio. A este respecto, creemos que San Clemente de Arbileta posee un gran potencial como paisaje cultural, pudiendo convertirse tras su restauración y puesta en valor en un punto de interés turístico en el valle Orduña que colabore en el desarrollo y la revitalización de esta área rural.
- LA METODOLOGÍA DE ESTUDIO
Teniendo en cuenta los objetivos mencionados, planteamos un estudio integral del conjunto arqueológico articulado en tres etapas: valoración, documentación gráfica y estudio.
- A) Valoración. En esta primera fase llevamos a cabo una revisión de las fuentes bibliográficas y documentales que hacían referencia a Arbileta, acometiendo una primera aproximación a su realidad física. De este modo logramos, por un lado, valorar su potencialidad arqueológica y, por otro, plantear el procedimiento y las herramientas a seguir durante las siguientes etapas de la investigación.
- B) Documentación. Para la segunda fase fue necesario realizar una limpieza previa de la vegetación que enmascaraba completamente el conjunto. Tras su ejecución, el siguiente paso consistió en determinar el tipo de documentación gráfica que se adecuaba a los requerimientos de la investigación. Las posibilidades para documentar un edificio son variadas. Sin embargo, nos pareció que la opción más adecuada a los objetivos marcados era la fotografía rectificada. En líneas generales, esta técnica se basa en la eliminación de la perspectiva cónica de las fotografías de los alzados y en la unión de las fotografías corregidas mediante programas informáticos específicos para obtener una imagen completa del elemento.
El sistema empleado proporciona planos con valor métrico, en los que además podemos apreciar visualmente el objeto de estudio.
Asimismo, existe la posibilidad de montar los alzados rectificados sobre un modelo alámbrico, lo que proporciona una visión tridimensional del conjunto.
- C) Estudio. Los principios metodológicos de la investigación arqueológica efectuada parten de la consideración de que un edificio es un yacimiento único. Esto “implica el analizar con un mismo prisma la estratificación arqueológica del subsuelo y la estratificación constructiva de los alzados, producto ambos de los mismos procesos constructivo y destructivos ocurridos a lo largo del tiempo”.
En este sentido, los edificios históricos son entidades cambiantes sujetas a procesos de degradación, adición de materiales, refacciones, cambios de proyectos constructivos, modificaciones en los usos, etc. Todos estos avatares hacen que debamos mirarlos como elementos inmersos en un continuum temporal, sin cuya aprehensión difícilmente se llegará a un entendimiento pleno, tanto de la estructura edificada como de su secuencia histórica. Para el estudio de los alzados de los distintos edificios que integran el conjunto de San Clemente de Arbileta hemos empleado las herramientas que pone a nuestra disposición la Arqueología de la Arquitectura. El objeto principal de estudio de esta disciplina, como su nombre ya sugiere, es la arquitectura, y aunque todavía no dispone de un utillaje hermenéutico normalizado, tiene como denominador común la aplicación en la lectura de paramentos de los principios estratigráficos.
Estos últimos comenzaron a emplearse en el ámbito de la arqueología británica con M.WHEELER, aunque el gran revulsivo no se dio hasta los años 70, cuando E. C.HARRIS publicó en 1979 un sistema de registro arqueológico en el que las Unidades Estratigráficas se articulaban en un diagrama que representaba la secuencia física y cronológica del yacimiento.
La Arqueología de la Arquitectura se ha venido desarrollando principalmente desde la década de 1980 en Italia, donde se inició una importante actividad investigadora que ha dirigido sus esfuerzos a la comprensión de los edificios, pero no como elementos congelados en el tiempo, sino como estructuras pluriestratificadas, en las que es necesario aplicar los principios estratigráficos para poder comprender su evolución histórica y constructiva.
El análisis de la estratificación de las fábricas de un edificio permite distinguir las etapas históricas en las que se construyó, diferenciando los elementos que pertenecen a cada una de ellas, las relaciones entre ellos y las actividades constructivas y destructivas que los provocaron. Independientemente de las potencialidades interpretativas de la Arqueología de la Arqueología -que nos permite acercarnos a las sociedades y culturas pasadas a través de los restos que nos han dejado en las edificaciones históricas- los resultados de este tipo de investigaciones son de gran utilidad a la hora de intervenir arquitectónicamente en ellas. Por ejemplo, pueden servir para explicar patologías estructurales de origen histórico difícilmente detectables por otros caminos y que son, en gran parte de las ocasiones, el motivo que ha originado la intervención; también pueden valer para evaluar las afecciones que suponen las modificaciones necesarias en toda restauración y como no, como guía para la propia actividad restaura-dora, puesto que los estudios arqueológicos indicarán cómo ha evolucionado el edificio y cuáles son las características técnico-constructivas de cada una de las fases, evitando de este modo priorizar determinados rasgos por motivos puramente estéticos. La lectura de alzados efectuada en Arbileta abarcó todo el conjunto, mientras que la excavación de subsuelo se circunscribió a puntos concretos de él. Su elección fue resuelta una vez que la lectura de paramentos se encontraba ya concluida, al contar con unos criterios y unos objetivos más claros y seguros de cara a resolver los principales problemas interpretativos que surgieron del análisis previo. La excavación de los sondeos, en consonancia con la metodología empleada a lo largo del trabajo, ha seguido los planteamientos expuestos por E. C. HARRIS y A.CARANDINI. Por ello, en cada una de las zonas intervenidas hemos trabajado en open área siguiendo la estratigrafía real. Tras la finalización del estudio arqueológico de campo, el último paso consistió en la unificación de los resultados y en la elaboración de una única secuencia evolutiva del conjunto, donde se han ordenado diacrónica-mente las diferentes actividades documentadas y se han tratado de comprender e integraren su contexto histórico las distintas fases identificadas. Una síntesis de esta secuencia es la que presentamos a continuación.