El salto más largo del Nervión
En la línea que divide las provincias de ílava y Burgos se encuentra el Salto del Nervión, la catarata de agua más grande de la Península Ibérica, con sus 222 m de altura. Este fenómeno, que sólo es visible unos meses al año, coincidiendo con la época de lluvias o el deshielo de nieves (normalmente entre enero y mayo), se enmarca en el Monumento Natural del Monte Santiago, el bello parque situado en la zona oriental de Sierra Salvada, en la comarca burgalesa de Las Merindades.
Es precisamente allí donde nace el Nervión (desemboca unos 75 km después, en la Ría de Bilbao), que se nutre de las aguas subterráneas que discurren bajo un terreno kárstico en la zona. El río va cogiendo cauce y, tras el enorme salto, sigue su curso por el precioso valle de Delika, en Orduña.
El mejor lugar para ver esta impresionante catarata es el Mirador del Nervión, acondicionado para observar el profundo acantilado. Acceder a él es fácil y se puede hacer desde varias partes. Dos de las más populares son desde la localidad burgalesa de Berberana (al sur) y desde la vizcaína de Orduña (al norte). Ambas llevan al Parque Natural del Monte Santiago. Una vez dentro de este recinto, sólo hay que decidir en qué párking dejar el coche y cuánto se quiere andar por los bonitos parajes hasta llegar a nuestra meta. Hay varios aparcamientos (el más alejado está a 9,5 km del Salto del Nervión y el más cercano a menos de 2 km) y las pistas forestales que llevan al emblemático enclave son numerosas, la mayoría muy accesibles para ir caminando con niños, con bicicletas de montaña y hasta con carritos de bebé.
Una de las rutas más completas y bonitas es la que sale del aparcamiento Fuente Santiago (junto a la casa del Parque del Monte Santiago). El recorrido de 6 km es circular y sencillo, con un desnivel de 122 metros. Lo más espectacular del camino es el sendero que va bordeando el acantilado hasta llegar al Mirador, un balcón suspendido sobre el cañón de Delika para observar en primera fila cómo se precipita el agua. Además de unas vistas de infarto, en las paredes rocosas del desfiladero se pueden apreciar numerosas aves rapaces, entre las que destaca el buitre leonado.
Loberas, hayedos y aves
Los alrededores del Monte Santiago, situado en torno a los 900 m de altitud, albergan frondosos bosques de hayas, rebollos, encinas, tejos, praderas naturales y amplios brezales salpicados de matorral bajo, típicos de la meseta castellana, que hacen de los caminos que llegan al Salto del Nervión lugares perfectos para los amantes de la naturaleza y de los animales. Además de los mencionados buitres, se pueden observar fácilmente águilas reales y culebreras, halcones peregrinos, alimoches y otras especies por ser zona de paso de aves migratorias. Tampoco es difícil encontrarse con corzos, jabalíes, ardillas, nutrias y gatos monteses.
Las cabras habitan el espacio natural de Monte Santiago.
En otro tiempo también existía una importante presencia de lobos en la zona, aunque la explotación ganadera provocó la caza generalizada hasta su práctica desaparición, testigo de lo cual es la existencia de cuatro loberas, trampa consistente en dos paredes de piedra de dos metros de alto que convergen en un profundo pozo. Estas curiosas construcciones se mantienen hoy en día bien conservadas.
Los amantes del arte encontrarán en Orduña (Vizcaya) uno de los municipios más bonitos de la zona, a unos 16 km del Salto del Nervión. Su espectacular conjunto histórico merece una parada. Sus palacios neoclásicos (como el de Olaso), sus iglesias barrocas (como la de La Sagrada Familia), sus murallas defensivas, sus construcciones renacentistas (como la Casa Consistorial) y sus impresionantes retablos -el de San Pedro, el de La Sagrada Familia y el de La Antigua-, catalogados Bienes de Interés Cultural, forman un patrimonio monumental y artístico dignos de una visita. Todo ello rodeado de la espectacular Sierra Salvada, también conocida como Gorobel, un imponente conjunto montañoso de perfil irregular que se extiende a lo largo de 20 km.
Tomado de www.elmundo.es