BANDA de MÚSICA MUNICIPAL de ORDUÑA
A mediados del s. XIX, había «una música de aficionados», naturales de la ciudad con 22 instrumentos de viento, que tocaban en las festividades religiosas y públicas[1]. En 1857 la Banda de Orduña, por orden del ayuntamiento, salió a dar un pacasacalles con motivo de la aprobación del «proyecto de construcción del ferrocarril Bilbao–Miranda de Ebro[2]. El 14-9-1881: Eugenio Pueyo Aguirre, natural y vecino de Orduña, director de la Banda «Armonía Orduñesa» hace saber al ayuntamiento la gratificación que tiene pendiente de cobro, 600 reales, por su trabajo durante el año. Al tener que ausentarse de la ciudad por motivos de estudios, propone al ayuntamiento el nombramiento de Valero Fernández, estanquero y vecino de orduña, músico de 2 ª que ha sido del rgto. de infantería de Toledo, y músico actual de la Banda. También propone que se le asigne la cantidad de 600 reales/año, en caso de considerarle adecuado. El ayuntamiento desistió de tal petición el 5-10-1881. Año 1883: La Banda se llamaba «Armonial orduñesa» (ganaron un 2º premio en 1905 en Bergara). El 8-7-1883 presentó la dimisión como director de la Banda, llamada «Armonial Orduñesa», Valero Fernández Laborda. Alegó que no podía soportar las continuas disidencias que existían entre los componentes de la misma (este señor se quedó en Orduña después de la última guerra carlista, participando en ella durante 12 años como voluntario, recibiendo varias medallas con tal motivo)[3]. El 16-3-1893 la Junta directiva del Orfeón Orduña solicita un local para academia en el actual sitio destinado a la «Academia de la música» en las escuelas públicas y que en esta fecha no se utilizaba. 13-7-1894: una serie de personas, músicos y aficionados a la música, solicitan al ayuntamiento la creación de una banda de música «Orfeón Orduña», que armonice las funciones tanto cívicas como religiosas de la ciudad. Para ello piden la protección permanente y moral del mismo. í‰ste contesta que pueden utilizar para ensayos el local destinado como Academia de música en las escuelas públicas de niños, y que actualmente no se utiliza por el organista de la parroquia, Antonio Basañez. Al tomar posesión de este local hacen saber que faltan dos cristales en las ventanas y que existen dos quinqués de alumbrado, un tablero encerado y un banco viejo. El director del «orfeón» era Ramón Ruiz de Huidobro y el tesorero Benigno de la Torre. En este año es expedido un recibo, por el tesorero de la Banda, Benigno de la Torre, a favor del ayuntamiento por la entrega de 150 pts. que le fueron entregadas por el alcalde de la ciudad, Lucas Landaluce. En este año, en el «remate» de la plaza de toros, el ayuntamiento pone, entre otras condiciones, que se compense a los músicos «con la mitad de una de las vacas » que se lidiasen[4]. En 1895 es tramitado un expediente para la aprobación del reglamento de la Banda Municipal de Música de la ciudad. En dicho año, el alcalde y secretario del ayuntamiento de Orduña hicieron un inventario de los instrumentos y enseres recogidos en la Academia de la Música de la ciudad, en cumplimiento del artículo 7º, capitulo primero, del Reglamento de la Banda Municipal de Música. En este año se presentó al ayuntamiento, por parte del presidente de la Junta de la Banda, Ramón Ruiz de Huidobro, un escrito en el que se quejaba de uno de los puntos de las bases firmadas con la Corporación para la constitución de dicha Banda, relativo a los días que debían tocar fuera de la temporada comprendida desde Pascua de Resurrección hasta el fin del mes de octubre. En este año la Banda actuó en la romería de la fiesta de c/Bizkaia en honor de San Miguel[5]. El 1-1-1896 el ayuntamiento aprueba un reglamento para la Banda Municipal, debido a las repetidas faltas de asistencia de los músicos a los ensayos y actuaciones públicas[6]. En este año, en agosto, la Banda consigue un importante éxito en el Concurso de Bandas, celebrado en Bilbao. Con tal motivo el ayuntamiento les gratifica con 666 pts[7]. En 1897 se reunió una «comisión» de la Banda con el ayuntamiento para dialogar sobre las quejas de los músicos, Estas eran: Que el director, Valero Fernández, y el subdirector no observaban el reglamento existente; que las cuentas no estaban claras; que no sabían que papeles pertenecían a la Banda; que el director y subdirector habían remitido a Vitoria los instrumentos de la Banda para reparar y que muchos no necesitaban arreglo alguno; el importe del mismo fue de 495 pts., que tuvo que ser reclamado por el autor de la reparación, al no haberle sido abonado en el momento acordado. Se acordó entre ambas partes realizar un inventario de todos los bienes de la Banda. Este año es presentada al ayuntamiento una factura por el Almacén de Instrumentos de Música de Salón, Banda y Orquesta «Claro García y Echevarría», por el suministro de varios instrumentos musicales para la Banda. El ayuntamiento acuerda ayudar económicamente a un niño de 13 años, muy bien dotado para la música, según informe de un profesor, e informa a la Diputación para que le subvencione la «carrera de música»[8]. En 1898 el director de la Banda era Antonio Basañez y el 2º director Segundo Calzada. En dicho año se presentan quejas por parte de algunos integrantes de la Banda al ayuntamiento contra este director, por malos modales. En el año (sin determinar) el tesorero de la Banda, Benigno de la Torre, presentó al ayuntamiento un pago de 250 pts., que correspondía a la misma por los servicios prestados durante ese año. El año 1903 marca el inicio oficial de la «nueva andadura». La banda de música «Santa Cecilia» fue fundada hacia 1903 por Valero Fernández Laborda. En este año fueron presentadas las cuentas de la Banda al ayuntamiento por su director, Segundo de Calzada, con motivo de los gastos originados por la misma, por la asistencia al concurso celebrado en Guernica. En dicho año se saca a concurso público, por parte del ayuntamiento, la construcción de un kiosco para las actuaciones de la Banda Municipal de Música, en la plaza, Las obras del mismo se adjudicaron al contratista Mariano Corral en la cantidad de 2.550 pts. En 1904 el director de la Banda Municipal de Música de la ciudad, Segundo Calzada, presenta su dimisión al ayuntamiento. En este año se presentan sendas instancias, al ayuntamiento, por parte de los músicos Ignacio Ibarrondo, Dámaso Romero, Andrés Aguirre, Carlos Sojo Aguirre, Ramón de la Fuente, Isidro de la Torre, Rómulo Guerra, Miguel de la Torre, Lino Salazar, Adrián del Alamo, Mamero Arbulo, Ricardo del Campo, Francisco Gómez, Víctor Aguirre, José Antonio Iza (en nombre de su hijo, Saturnino), Raimundo Elcoro, Inocencio Alday, Juan Alday, Genaro Vitoria, Raimundo de la Encina, Cesáreo Alonso, Matías Ibáñez, Tomás Izaga, Vicente Alonso, Miguel Alonso, Epifanio Elejalde, Juan Sobrón, Martín Quintana solicitando su admisión en la Banda municipal de la ciudad, que había sido reorganizada recientemente. En este año se presenta un presupuesto por la casa Conesnon y Cía de París, para la Banda Municipal de Música de la ciudad, de 22 instrumentos de metal niquelado, acordando el ayuntamiento su compra, Se acuerda que los instrumentos antiguos se empleen en actuaciones fuera de Orduña y en la instrucción de los educandos de la Banda[9]. El músico Lino Salazar presenta una instancia al ayuntamiento solicitando su readmisión en la Banda, de la que había sido expulsado por haber bailado durante una de sus últimas actuaciones. Es presentada al ayuntamiento por varios músicos de la extinguida Banda de la ciudad (Genaro Vitoria, José Sobrón, Pedro de la Torre y otros músicos), una instancia solicitando el abono de los haberes correspondientes a los últimos siete meses y medio. Este año se presenta un inventario de los instrumentos que forman la Banda Municipal de Música de la ciudad. En este año el orduñés, Mariano Corral, regaló al ayuntamiento de la ciudad dos escudos de la misma (uno de bronce y otro de hierro), para colocar en el quiosco de la plaza[10]. En 1905 se presenta una instancia al ayuntamiento por el director de la Banda, Pedro Aguirre, agradeciendo su posible permiso para que la citada Banda acuda al concurso regional que se celebrará en la villa de Bergara. La misma consiguió el 2º premio, siendo premiada con Diploma de Honor y 500 pts[11]. En este año se presenta una instancia al ayuntamiento, por varios músicos de la Banda, solicitando autorización para hacer una suscripción popular para sufragar los gastos ocasionados por la compra de un nuevo estandarte, debido a que el actual está en muy malas condiciones. En 1907 se hizo una colecta, entre los vecinos de la ciudad, para recaudar fondos para la «Bandera de la Banda Municipal». Se recaudaron: 813 pts. y 10 cts. En 1909 dimite como director de la Banda, Pedro Fernández de Aguirre, por encontrarse bastante cansado para desempeñar dicho cargo[12]. En este año es nombrado director de la Banda, para suplir al anterior, Ricardo del Campo[13]. En 1910 se presenta una instancia al ayuntamiento, por parte de Narciso Quintana, solicitando el ingreso de su hijo, Juan Manuel, en la Banda, en calidad de alumno. En este año es remitido al ayuntamiento un escrito, por varios músicos de la Banda, en relación a la sanción impuesta, de expulsión, a cuatro de sus compañeros, por una falta de asistencia, Solicitan que sólo sean sancionados con una peseta de multa. Este mismo año varios músicos de la Banda presentan su dimisión por los problemas surgidos con sus compañeros Lino y Miguel Salazar, Lirio del Campo y Samuel Echevarria, que se negaron a tocar en la serenata con que se obsequiaba a los concejales electos. En 1911 el ayuntamiento efectúa un expediente para multar a Ricardo del Campo, presidente de la banda independiente de música, por haber organizado el «cortejo de una boda» por las calles de la ciudad sin la debida autorización. En 1912 es solicitada al ayuntamiento por la Junta Local de la Manifestación Católica, que se va a celebrar en Bilbao, la asistencia de la Banda de esta ciudad, corriendo la junta solicitante con los gastos de la misma (desconocemos si fue concedida tal autorización). En 1914 se presenta una instancia al ayuntamiento por varios músicos de la extinta Banda, solicitando su inclusión en la nueva Banda que va a formar el Consistorio. El ayuntamiento solicita un informe de la Comisión Especial de Música referente a la organización de la misma, adjuntando una relación de los músicos propuestos y los instrumentos que tocan cada uno de ellos. En este año el ayuntamiento de la ciudad invitaba a participar a los vecinos en la suscripción popular abierta por el mismo para sufragar los gastos de los conciertos ofrecidos por la Banda y del Regimiento de Gipuzkoa para amenizar dos noches por semana a los forasteros que visitasen la misma durante el verano. Dicho año presentan su dimisión varios músicos de la Banda, debido a las discrepancias habidas entre los componentes de la misma. En 1917 el director de la Banda Municipal de Música, Ricardo del Campo, presenta al ayuntamiento su dimisión. Es nombrado, para sustituirle, Pedro Fernández de Aguirre (que estaba ejerciendo el cargo de organista de la parroquia)[14]. El director de la Banda solicita al ayuntamiento material para el arreglo de un bajo y de varias partituras. En 1918-1919 varios componentes de la Banda (Miguel Olmo, Valentín Santa María, Luis Vitoria y demás) presentan una instancia al ayuntamiento solicitando que en la próxima reorganización de la citada Banda se les conceda una subvención de 2.500 pts. anuales para las 21 plazas de músicos. En 1918 el ayuntamiento de Amurrio solicita al de Orduña permiso para que la Banda actúe en las fiestas de la villa. El ayuntamiento orduñés no accedió a la misma, ya que ése día era uno de los señalados como obligatorios, para que tocasen en Orduña[15]. En enero de 1919 se aprueba lo solicitado, especificando los músicos que compondrán la Banda, así como las retribuciones a percibir. En 1919 el director de la Banda solicita al ayuntamiento la expulsión de la misma del músico Lino Salazar. En este año el músico Miguel Salazar presenta al ayuntamiento su solicitud de dimisión en la Banda, así como el pago de los emolumentos que se le adeudan desde el uno de enero hasta el uno de agosto. En este mismo año el ayuntamiento impone una multa de 5 pts. a los músicos que en la tarde del 1º de mayo no concurrieron al quiosco, a la llamada del bombo, por lo que no se celebró el baile[16]. La Banda en este año estaba compuesta por: A. Iza, L. Vitoria, M. Salazar, M.Alonso, R. de la Fuente, L. Campo, E. Landaluce, D. Aguirre, L.Salazar, J. Fdez de Aguirre, V. Santamaría, J. Larrañaga, J. Alday, J. Salazar, J. Vitoria, M. Urbina y R. Campo (subdirector)[17]. En 1920 el ayuntamiento de la ciudad invitaba a participar a los vecinos en la suscripción popular abierta por el mismo para sufragar los gastos de los conciertos ofrecidos por la Banda y del Regimiento de Gipuzkoa para amenizar dos noches por semana a los forasteros que visitasen la misma durante el verano. En 1921 fueron expulsados de la Banda por el ayuntamiento, por negarse a cumplir con sus obligaciones, los músicos José Luis de la Fuente, Víctor y Prudencio Fernández de Aguirre, Julián Gómez, Domingo Agí¼era. En dicho año se informa al ayuntamiento, por el director de la Banda, Pedro García de Aguirre, de haber recibido los instrumentos pertenecientes a los 5 músicos que habían sido expulsados ése mismo año. En este mismo año se presenta una instancia solicitando su readmisión en la Banda por parte de los músicos Domingo Agí¼era, José Luis de la Fuente, Prudencio y Víctor Fernández de Aguirre. Este mismo año se repartió entre los componentes de la Banda una subvención concedida por el ayuntamiento de 2.500 pts. En 1922 se reorganizó la Banda de Música Municipal, a propuesta del ayuntamiento, basados en: se compondría de 16 músicos más un número ilimitado de educandos o aspirantes a la misma; los músicos se clasificarían de 1ª (300 pts./año), 2ª (200 pts/año) y 3ª categoría (125 pts./año ), más los educandos; los músicos de 1ª serían 3: clarinete, bombardino y cornetín; los de 2ª serían: dos clarinetes, un cornetín, un saxofón y un bajo y los 8 músicos restantes serían de 3ª; para la clasificación de categorías se celebraron tres exámenes; el tribunal de los mismos lo componían: N. Azcoitia, P. Fernández de Aguirre y Toribio Aspiazu; los músicos que se presentasen a los exámenes de 1ª y no sacasen la plaza podrían presentarse a los de 2ª y 3ª categorías; todos los años habría exámenes para cubrir las vacantes. En este año la Banda presenta al ayuntamiento las cuentas correspondientes a dicho año. En este año los componentes de la Banda, son: P. Fdez de Aguirre, R. de la Fuente, J. Agí¼era, M. Alonso, N. Gómez, F. Santamaría, B. Martín, F., J., J.L. y V. Fdez de Aguirre, E. Landaluce, J. Cereijo, B. Olazaran, V. Larrinaga y J. Vitoria. En este año solicita su incorporación D. Agí¼era[18]. En 1924 la Banda presenta al ayuntamiento las cuentas correspondientes a dicho año. En 1925 el director de la Banda, Pedro de Aguirre, presentó una relación detallada de los gastos e ingresos de la misma (enero de 1925 a marzo de 1926) al ayuntamiento. En este año el ayuntamiento expresa su queja al Gobernador de la provincia, aclarándole que en un cartel anunciador de una velada en el «Petit Moulin Rouge » de Bilbao, se anuncia el debut de la Banda de Música de Orduña, cosa que no es así, ya que esta Banda no es oficial, sino una «particular»[19]. En 1926 la Banda la componían 22 músicos con el director incluido. En este año la Banda presentó una relación detallada de los gastos e ingresos de la misma, al ayuntamiento. En dicho año el músico Lorenzo Merino presenta una instancia al ayuntamiento solicitando la adjudicación de las plazas vacantes de atabalero o bajo de la Banda. En 1927 la Banda presentó una relación detallada de los gastos e ingresos de la misma, al ayuntamiento. En 1927 el ayuntamiento indica a los responsables que ofrecían música (pianillos, acordeones, carros de gaiteros y similares) en los festejos populares, las tarifas que estaban obligados a pagar al mismo: 5 pts./día[20]. En 1929 la Banda presenta al ayuntamiento las cuentas correspondientes a dicho año. En 1930-1931 se presentó una instancia al ayuntamiento, por varios músicos de la Banda para el mejor funcionamiento de la misma. En enero de 1931, el alcalde Luis Larrea, informa de la disolución de la Banda, así como de la reorganización de la misma, anunciando la provisión por concurso de las plazas de todos los músicos necesarios con los haberes que percibirían anualmente. En dicho año se presentan varias solicitudes de admisión en la Banda por diferentes músicos de la ciudad. En 1931 el ayuntamiento da cuenta a Lázaro Ramírez Escudero de la adquisición de sus instrumentos de música, con destino a la Banda de Música de Bergí¼enda, por un importe de 4.500 pts. En 1932 la Junta de la Banda solicita autorización al ayuntamiento para acudir a Bilbao para dar un concierto que habían concertado, Solicitud que fue denegada. Este mismo año Joaquín Larrañaga Celayeta, músico de la Banda, solicita autorización al ayuntamiento para ausentarse el día de San Ignacio, dejando un suplente en su puesto, con el objeto de tocar el txistu en una fiesta vasca de La Coruña. En 1934 con motivo de la inauguración del Batzoki del P. N. V. en Orduña, diez músicos de la Banda, solicitan al ayuntamiento la presencia de la Banda en los actos. El ayuntamiento deniega el permiso por no estar contemplado en los estatutos la asistencia a tales actos[21]. En 1936 la Banda presenta al ayuntamiento las cuentas correspondientes a dicho año. Al estallar la guerra civil la Banda se disolvió[22]. En 1938 fueron los músicos, presos, los que formaron la Banda, para acompañar a las procesiones de Semana Santa. En 1943 el atabalero Ramón de la Fuente y otros cinco músicos, presentan una instancia al ayuntamiento solicitando permiso para tocar con su orquestina en la plaza de los Fueros los días festivos, alternándose con la Banda. Después de transcurridos unos años el ayuntamiento de Orduña compró 22 instrumentos para la Banda por un valor de unas 4.000 pts. La banda tuvo carácter municipal hasta 1936, y desde entonces es una agrupación musical independiente, aunque cuenta con subvención municipal. En la década de 1960 estuvo a punto de desaparecer. Entre los que quedaron consiguieron salir adelante. En el año 1993, la componían 25 miembros y 22 en el año 1996, estando al frente de la misma Angel Ortiz. En 1997, por necesidades administrativas, se convierte en Asociación, tomando el nombre de «Banda de música Santa Cecilia Virgen de la Antigua». En 1999 tenía 25 miembros, siendo su director José Laña. En este año llegaron a un acuerdo con los ayuntamientos de Orduña y Amurrio, por el cual la «banda» va a realizar varias actuaciones anuales en Amurrio a cambio de que todos los orduñeses que quieran estudiar en el Conservatorio de Amurrio sean considerados a todos los efectos como si fueran residentes en Amurrio con el consiguiente ahorro en matriculas, etc[23]. Hoy en día, 2014, sigue funcionando con normalidad. Tiene un archivo de unas 2.000 obras. Actualmente mantienen un contrato con el consistorio local, por el que a cambio de una remuneración anual, se obligan a dar unos conciertos públicos en fiestas señaladas (Semana Santa, Otxomaio, La Coronacion, etc). También actúan en actos extraoficiales, tales como el «día del joven de ayer» o el concierto de Navidad en la Residencia.
[1] «AUí‘AMENDI», 52
[2] «Archivo Histórico Foral»
[3] «Archivo Histórico Foral»
[4] «Archivo Histórico Foral»
[5] «Archivo Histórico Foral»
[6] «Archivo Histórico Foral»
[7] «Archivo Histórico Foral»
[8] «Archivo Histórico Foral»
[9] «Archivo Histórico Foral»
[10] «Archivo Histórico Foral»
[11] «Archivo Histórico Foral»
[12] «Archivo Histórico Foral»
[13] «Archivo Histórico Foral»
[14] «Archivo Histórico Foral»
[15] «Archivo Histórico Foral»
[16] «Archivo Histórico Foral»
[17] «Archivo Histórico Foral»
[18] «Archivo Histórico Foral»
[19] «Archivo Histórico Foral»
[20] «Archivo Histórico Foral»
[21] «Archivo Histórico Foral»
[22] «Orduña en el siglo XX». J.María Garayo Urruela, 1974
[23] «AUí‘AMENDI», 49