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Epidemia en la aldea de Belandia. Año de 1885.

Epidemia en la aldea de Belandia. Año de 1885.

El encabezamiento no quiere decir que se le atri­buya a Belandia como tal la epidemia, ni mucho menos el origen de la misma, simplemente fue el lugar donde las gentes de Amurrio empezaron a conocerla, motivo por el cual su ayuntamiento decidió aislar la aldea de Belandia de su pueblo.

El año 1885 fue un año bastante azaroso para el pueblo de Amurrio.

Tuvo que hacer frente al arreglo del frontón situado en la pared noreste de la Iglesia de Santa María, acta del 19/7/1885, participando el pue­blo mediante vereda, el costo de la obra fue de 331,2 ptas, siendo adjudicada la obra a D. Dionisio Arberas, acta 22/12/1885.

Reparar el reloj de la torre de la Iglesia por el Sr. Mamés Perea, (de Berantebilla) en 900 reales, siendo de cargo del ayuntamiento la maroma de sujetar las pesas, aceptando el pago en dos veces, acta 31/5/1885.

Alquilar local al concejal D. Ignacio Landazuri, para la escuela y casa y habitación para la Maestra ya que una inspección llevada a cabo por el Sr Gobernador; dictaminó insalubre el local donde se impartía clase a las alumnas.

Pagar al Sr. Esteban Lobo 649 reales y cinco maravedís por anticipos hechos al Ayuntamiento en época de guerra.

Pero esto, no fue nada comparado con la epi­demia del cólera cuyo primer foco debió ser en Marsella (Francia) y que se propagó por toda Europa.

Esta pandemia unos lo atribuían al aumento del comercio con la India, pues tras la apertura del Canal de Suez (Egipto) el año 1869 que acortó la distancia con dicho subcontinente, fomentó con­siderablemente el comercio entre Europa e India.

Dicho foco se desarrolló con mayor virulencia en Zaragoza. Al final de la epidemia, se concedió a la ciudad en su escudo lo de «Muy Benéfica» por la buena organización que dio en mencionada situación.

Para hacer frente a esta situación, el Ayuntamiento alquiló una casa en Murga a Victorino Montoya en 90 reales año y utilizarla como Casa de Lazareto, es decir, hospital para alo­jar y tratar los enfermos de la epidemia y, al mismo tiempo alquilar otra vivienda para que él residiera hasta devolverle la suya, eso sí, blanqueada y apta para habitarla.

Sesión del 6-9-1885 (El acta presupone que va a desarrollarse una epidemia).

Dada cuenta de una instancia presentada por D. Velonico Montoya decano de la casa destinada a coléricos en solicitud de que se le abonen noventa pesetas anuales por vía de rentas blanqueándola aliosa, y después que desaparezca la enfermeda­des, si desgraciadamente se presenta, desde cuya época podrá disponer de ella y labranza abonándo­se por el Ayuntamiento hasta terminar los años, la diferencia que pueda haber entre pague el nuevo colono y la obligada hacer, y después de enterados, se acordó: Que uniéndose en un todo a lo acorda­do esta Corporación, Junta de sanidad y mayores contribuyentes en la sesión de fecha 5 del actual, este Ayuntamiento cumplirá las obligaciones que contrajo con respecto a la casa que arrendó, sin que por ahora pueda admitir otras nuevas.

Con lo cual se dio por terminado el acto firmando el Sr. Alcalde y Concejales de que yo el Secretario cerífico.

Francisco Aldama, Dionisio Arberas, José de Aldama, Gabino Guerra y José Padura

 

Sesión extraordinaria del 7-9-1885.

Abierta la sesión a las nueve de la mañana, bajo la presidencia del Sr Alcalde D. Francisco con asistencia de los Concejales que suscriben, se dio cuenta del acta del objeto de esta convocatoria y después de enterados se acordó: Que teniéndose conocimiento de que el Médico titular interino de esta localidad D. Agustín Pérez, presta su asis­tencia facultativa a los enfermos de la Aldea de Belandia donde se han presentado algunos casos de la enfermedad remante y ha fallecido uno de los inválidos y considerando que fácilmente pue­de se importada por el mismo a esta localidad, lo cual se está en el caso de evitar por ser peligroso a la salud pública de este Distrito y se opone a los diferentes acuerdos tomados por la Junta de Sanidad, este Ayuntamiento vino en acordar que se la haga saber a citado D. Agustín Pérez que si continua por alivio prestando su asistencia médica a los enfermos de Belandia, se procederá desde luego a anunciar vacante la plaza de Médico titular de esta localidad para las familias pobres.

Acto seguido, en virtud de lo acordado por la Junta de Sanidad del Distrito en la sesión celebra­da en la noche del día de ayer, la cual escita a que por parte del Ayuntamiento se establezca vigilancia en aquellos caminos que se comunican con este pueblo los habitantes de la aldea de Belandia y considerando que tal medida es conveniente a la salud pública del Distrito, se acordó:

Que desde luego se establezca la vigilancia recomendada por la Junta de Sanidad y al efecto se le confiere este cargo a D. Carlos Ugarte, quien se constituirá constantemente en la Cruz titulada de Aresqueta, con objeto de que conduzca a todos aquellos transeúntes que procedan de pueblos afectados, para que puedan ser fumigados en la inspección médica establecida en este pueblo, por cuyo trabajo percibirá desde hoy, dos pesetas diarias en lugar de una peseta que le estaba asignada por el Ayuntamiento y mayores contribuyentes.

Con lo cual se dio por terminado el acto firmando el Sr Alcalde y concejales de que yo el Secretario certifico.

Francisco de Aldama, Dionisio Arberas, Gabino Guerra, José Padura, Ygnacio Landázuri y Luis de Jáuregui.

De ella se desprende claramente como se trata de proteger a la población de Amurrio, amena­zando al médico titular, que de seguir cumpliendo con su labor de atender a la población de Belandia, anunciarían su vacante, es decir, despedirle como médico titular si continúa prestando su labor en Belandia. Esto demuestra que las medidas de que disponían, no le garantizaban que la población de Amurrio estuviera a salvo del contagio, pues no era otra la razón de dicha amenaza, al menos eso queremos suponer.

En el acta siguiente puede aceptarse la idea de penuria económica del ayuntamiento, recurriendo a la captación de fondos para hacer frente a la si­tuación, ya que los impuestos y demás cargas eran de reparto, bien mediante Culto y Clero, Hojas de Hermandad; el resto lo soportaban los propietarios de terrenos, industria etc.

 

Seguidamente el Sr Presidente hizo ver el objeto de esta convocatoria que era el adoptar aque­llas medidas que crean más convenientes para arrastrar recursos con los cuales hacer frente a la enfermedad reinante, y después de enterados, se acordó: Que se nombre desde luego una Comisión que se encargue de abrir una suscripción y cuide de la custodia de los fondos que recaude, nombrando componerla al Sr Juez de 1P- instancia del Partido y Cura párroco o personal que estos deleguen, los cuales en unión de Sr. Presidente, constituirán una Comisión y para ello serán invitados por medio de una atenta comisión civil que para el objeto hicieran ellos.

 

Dionisio Arberas, Gabino Guerra, José Padura Ygnacio Landázuri y Luis de Jáuregui

La siguiente acta demuestra como el ayuntamien­to alquila establecimientos, en este caso la casa del Sr D. Victorino Montoya lugar que se supone bastante aislado, pues la casa se supones que es su domicilio y este, estaría situado en Murga, como «Casa de Lazareto, para ser usada como hospital, destinada a los enfermos del cólera, la ubicación de la misma es desconocida, y para que viviera durante el periodo de arrendamiento, le alquilan a D. Juan Campo una vivienda, siendo los alquileres por cuenta del ayuntamiento.

 

Sesión del 7-11-1885.

También se acordó: Que las tierras de la propie­dad de D. Victorino Montoya y que pertenecen a la casa del mismo y que tiene en arrendamiento este Ayuntamiento, se haga saber por medio de anuncio que en el Domingo inmediato, se saque a remate por este año a fin de que el que dice labrarlas, se presente para hacerlo mediante el tipo de dos fanegas de trigo.

Francisco de Aldama, Luis de Jáuregui, Dionisio Arberas José Padura, Juan de Viguri, José de Aldama e Ygnacio Landázuri

Las siguientes actas 9/10/1885 y 18/11/1885 puede verse que la epidemia aún no ha terminado, a tenor del abono por el alquiler de la casa de Don Victorino Montoya, y un pago a D. Carlos Ugarte, por los servicios prestados durante la epidemia custodiando el paso de la «Cruz de Aresqueta», paso obligado de Belandia a Amurrio.

 

Sesión del 7-2-1886.

Seguidamente dada cuenta de una comunicación del Médico D. Agustín Pérez por la cual reclama ciento cincuenta pesetas por la asistencia prestada a los coléricos y considerando que se le asignó la cantidad de cincuenta pesetas por ello y que no cumplido el compromiso que contrajo por haber estado ausente del pueblo mientras permaneció en Belandia, se acordó que se haga saber que por el concepto que reclama, solo se le abonan las cincuenta pesetas.

Firman el acta:

Francisco de Aldama, Ygnacio Landázuri, José de

Aldama, Luis de Jáuregui y José Padura

 

Sesión del 24-10-1886.

También se acordó: Que se expida un libramiento a favor de D Vitorino Montoya vecino de Murga por la cantidad de noventa pesetas por renta de la casa arrendada a la Corporación para hospital de Calericos (coléricos), correspondiente al año vencido den 29 de Septiembre último: otro a favor de D Juan Campo por la cantidad de doce pesetas por el tiempo que dejó ocupar la casa arrendada a la Corporación y por la renta que satisfizo en la que después habitó, o sea hasta que venció el plazo del arrendamiento.

Firman el acta:

Francisco Aldama, Dionisio Arberas, Ygnacio Landazuri Luis Jáuregui, Andrés Lejarza y José de Padura

En esta sesión, el acta hace referencia del arrien­do de terrenos del conjunto casa de Victorino Montoya.

 

Sesión del 9-10-1887

Por último: que se espida libramiento a favor de Don Victorino Montoya por valor de noventa pesetas, importe de la renta de la casa Lazareto, correspondiente al año vencido en el último mes de Septiembre.

Firman el acta:

Fermín Galindez, Juan Vicente Aldama, Santiago Llandera, Luis Jáuregui, Andrés de Lejarza y José Olamendi. Secretario: Román Zárate

 

Sesión de 18-11-1888.

Que se espida libramiento por valor de siete pesetas a favor de D. Carlos Vgarte para en pago de los trabajos que prestó en husi pro (en contra) del cólera y de conformidad con lo acordado en la sesión de 20 de Junio de 1886.

Firman el acta:

Fermín Galindez, Simón Olavarria, Luis Jáuregui José Padura, José Olamendi, Santiago Llandera, Emilio de Larrínaga. Secretario: Román Zárate.

Por último, en este acta, el Médico D. Agustín Pérez reclama ciento cincuenta pesetas por ser­vicios prestados a los enfermos; la respuesta del ayuntamiento deja claro que ha estado ausente.

 

Nota: Agradecer al Ayuntamiento de Amurrio el acceso a este libro de actas, así como a la en­cargada de su archivo que dignamente prestó su disposición a ello.

Los datos referentes a explicación de la epidemia, canal de Suez, los he obtenido consultando por internet la enciclopedia libre Wikipedia.

Tomado de AZTARNA

Mariano Hernández Lorenzo

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