
Mosaico histórico de LECAMAÑA

Es una pequeña aldea situada a los pies de Gárate, con más de 600 metros de altura en su cima y en las proximidades del río Nervión, a su paso por Saracho, en un antiguo camino de Orduña a Lezama.
En 1556, vivían en la aldea 10 vecinos, con un cura al servicio de la parroquia, al que Don Atanasio de Ayala, el patrón de la iglesia, pagaba 25 fanegas de trigo al año. El mismo número de vecinos se mantuvo hasta fines del siglo XVIII, dicha cifra se mantenía en los comienzos del siglo XX. En 1986, tenía 34 habitantes.
Siempre fueron escasos los recursos de su parroquia de San Miguel, hasta el punto que sus ingresos de fábrica apenas daban para mantener la lámpara del Sacramento durante medio año. En la visita pastoral de 1717, el prelado concedía indulgencias a los feligreses que, aparte del pago obligado de los diezmos y las primicias, contribuyesen al alumbrado del templo; y por eso mismo eran corrientes las derramas y repartimientos entre los vecinos para subvenir a las necesidades de la parroquia.
En la tercera década del siglo XX la situación de la parroquia de esta aldea y la del pueblo iban a cambiar. Doña Claudia de Mendívil, natural, y viuda de Don Francisco de Arana, iba a construir en su pueblo en la década de 1920 una iglesia nueva, con su casa cural, el cementerio, la escuela, el lavadero, fuentes públicas y hasta iban a conducir el tendido eléctrico hasta el pueblo. A la vez se restauraban los caseríos que necesitaban reparación, a cuenta de una fundación dotada por la misma bienhechora para el mantenimiento de las obras creadas; mientras, se colocaba en la iglesia un retablo nuevo con imágenes, ornamentos y objetos de culto, adquiridos expresamente por el templo recién erigido, todo a costa de Doña Claudia de Mendívil.
En 1983 la aldea tenía 32 habitantes.
Parroquia de San Miguel.
La primera iglesia, está documentada en 1695. En 1791 cuando visitaba la parroquia el obispo, encontraba “estarse fabricando nueba Ygª en el citado lugar”; veía también 2 efigies de San Miguel y Santa Lucía “muy ridículas y feas”, que a su juicio causaban irreverencia (seguramente dos imágenes medievales de devoción muy antigua en Lecámaña: la de San Miguel, advocación actual de la parroquia, y la de santa Lucía, acaso copatrona de la iglesia o del pueblo, ya que figuraba como titular de la parroquia, en 1802. El pórtico es una construcción reciente, al igual que la iglesia, inaugurada en 1921 y costeada por Doña Claudia de Mendívil. La puerta de acceso al templo es adintelada.
La edificación del templo es de cabecera recta, de una nave, con salientes a ambos lados, que marcan una ligera forma de cruz latina en su planta. El coro, baptisterio y la sacristía se erigieron a la vez que el nuevo templo.
El campanario es de base cuadrada, con cuatro vanos de campanas. Dos campanas, las llamadas “Francisco” y “Claudia”, se colocaron en 1925 en los arcos del Norte y del Este; otra, titulada “San Miguel Arcángel”, se bendijo en 1929. Las tres fueron costeadas por la bienhechora[1].
El retablo mayor lo preside la imagen de San Miguel Arcángel, con las de San José y san Antonio a los lados. Tiene dos retablos laterales, dedicados al Sagrado Corazón y la Inmaculada, son neoclásicos tardíos. Se venera en la nave, sin altar, una devota efigie del “Santo Cristo de la Agonía”. En la sacristía se encuentra un retrato al óleo de la bienhechora del templo.
Fuente: Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria (Tomo VI), Micaela Portilla.
[1] En la casa natal de Doña Claudia Mendívil Mendívil, se lee esta inscripción, en una lápida de su fachada: “En recuerdo a sus padres D. Ambrosio Mendívil y Doña Ildefonsa Mendívil, su hija Doña Claudia Mendívil y Mendívil les dedica esta lápida conmemorativa de su religión y de las obras de construcción de iglesia, casa cural, cementerio, escuela, lavadero, fuentes y restauración de caseríos, para el culto de Dios y beneficio espiritual y temporal del pueblo de Lecámaña. Dios los bendiga. Fecha de inauguración, 26 de Junio de 1921”.