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LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA (IV)

LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA (IV)

ORDUÑA EN LA CONQUISTA DE LA NABARRA OCCIDENTAL

Las tierras de Ayala fueron conquistadas por Castilla probablemente en su acometida de 1173 y no fueron devueltas pese al Laudo Arbitral Internacional de 1177 que así lo determinaba, aunque no está debidamente documentado.

Las donaciones comentadas, como la primera referencia documental a San Clemente de Arbileta (Harrueta en el documento) en Orduña en Lendoño, que está fechada el 18 de marzo de 1198, en la que el rey Alfonso VIII de Castilla la dona a la diócesis de Calahorra, aunque puede que tan solo sea parte del farragoso contrato matrimonial entre Urraca de León (su abuela) y Alfonso I el Batallador de Nabarra y Aragón (1109), en el que los cónyuges se regalaron numerosos bienes raíces, aunque el matrimonio fue un gran fracaso.

La conquista castellana de la Nabarra Occidental, fue propiciada por las grandes familias encabezadas por los Haro y sus parientes los Ayala, queriendo quedarse así en propiedad las tenencias (condados y señoríos) o crear villas que les paguen fuertes rentas por sus privilegios. Es por ello que Orduña pasó por distintas manos hasta acabar integrándose en Bizkaia.

 

LA VILLA DE ORDUÑA

En 1229 los señores de Bizkaia Lope Díaz II “Cabeza Brava” (1170-1236) y su mujer doña Urraca, dieron a Orduña el mismo fuero que Sancho VI el Sabio de Nabarra había dado a Gaste(h)iz para hacer la villa de Vi(c)toria Nueva (una ampliación del fuero de Logroño).

La anteiglesia de Orduña, parece que les pertenecía desde la donación del rey Fernando de Castilla en su matrimonio en 1218, junto a la villa de Balmaseda en las Enkartaciones actuales (villa desde el año 1200) hasta entonces en la tenencia de Ugarte.

Estaba el señor de Bizkaia Lope Díaz III (nieto del anterior), en tierras de Murcia con el rey de Castilla Alfonso II en el año 1272, cuando, según la Crónica de Alfonso X de Castilla, hubo una revuelta de los nobles contra su rey, siendo los principales cabecillas de la conjura, el conde Nuño de Lara y sus hijos, exigiendo más tierras y castillos entre los conquistados. El rey de Castilla cedió en todo ante sus nobles, según un arreglo firmado en Sevilla. Entre los muchos firmantes, estaban el señor de Bizkaia Lope Díaz III y Lopez de Mendoza, señor de Llodio.

El señor de Bizkaia Lope Díaz III, consiguió que le devolviese el rey castellano Orduña y Balmaseda, que se las había quitado en 1255 por haber jurado defender espadas al rey Jaime de Aragón y que era de los Haro desde su abuelo Lope Díaz II «Cabeza Brava» como hemos visto.

Pero, además de confirmar el fuero de la villa, Lope Díaz III incorporó Orduña y Balmaseda al «mayorazgo de Bizkaia» para siempre de manera indisoluble: “et sobre todo esto, en uno con doña Joana mía mujer, et con míos D. Diago et Doña Mari Díaz, et con mía buena voluntad et suya dellos, do a Horduña (sic.) por mayoradgo Vizcaya para siempre jamás, que nunca se partan una de la otra en ningud tiempo non la pueda donar ninagenar a ome del mundo por ninguna menara, a menos de Vizcaya”.

En 1257 el rey de Castilla Alfonso X ordenaba que “todos los camineros que fueren de Santo Domingo de la Calçada o de Nájera o de Logronno a la puente de Miranda e de la puente de Larra para yr a Castro de Urdiales o a Balmaseda que vayan por Horduna; los que fueren de Salinas de Annana o de Vitoria o de Miranda para Balmaseda o Castro de Urdiales que baian por Hordunna”.

Su hijo Sancho IV de Castilla en 1288, ratificó los fueros de Orduña y le concedió la primera feria de la Nabarra Occidental con una duración de 15 días, la cual se celebraba 8 días después de San Miguel (30 de septiembre), cuando se producía el fin del pastoreo de montaña.

En las carta de villa como la de Bermeo (capital entonces de Bizkaia y su población más importante), el señor de Bizkaia concedía la exención de impuestos a los vecinos en la feria o en las actividades comerciales de compra-venta dentro de la villa. Pero este privilegio añadido a los fueros de Orduña, concedía la exención fiscal a la entrada de productos foráneos a la villa en determinadas fechas para fomentar el comercio; incluso les otorgaba a los villanos orduñeses la exención fiscal de sus mercancías cuando fueran vendidas o transportadas a otras villas.

 

ORDUÑA Y BIZKAIA SE LIBERAN DE CASTILLA

Con el asesinato en Alfaro (La Rioja) de Lope Díaz III en 1288 por orden de su rey ante la arrogancia de éste, Sancho IV «el Bravo» de Castilla (reinó entre 1284-1295), ocupó y recuperó para sí Orduña y Balmaseda.

En venganza por la muerte de su padre, el hijo de Lope Díaz III, llamado Diego López IV de Haro (¿? – 1289) y noveno señor de Bizkaia entre los años 1288 y 1289, se unió a Nabarra y Aragón para combatir a don Sancho «el Bravo» y reconocer como rey de Castilla a Alfonso de la Cerda «el Desheredado».

En esto, los parientes mayores e hijodalgos de Bizkaia respondieron al llamamiento de Diego y se armaron sus casas fuertes y castillos, apellidándole por señor de la tierra bizkaína, logrando en un principio liberar toda Bizkaia (E. Labayru «Historia de Bizcaya»).

La cosa se le complicó a Diego López, ya que varios pueblos fueron cayendo en manos del rey castellano Sancho, entre ellos Labastida, Orduña y Balmaseda, los cuales habían sido liberados de los castellanos por bizkaínos junto a las tropas de Nabarra. Finalmente, Sancho ocupó de nuevo toda Bizkaia. La muerte de Diego López IV sin hijos, hizo que su herencia fuese muy disputada.

 

ORDUÑA, SALE Y ENTRA DEL SEÑORÍO DE BIZKAIA

A finales de ese siglo XIII, aprovechando los disturbios tras la muerte de Sancho IV de Castilla (1295), Diego López V «el Intruso» (fundador de la villa de Bilbao en 1300), usurpó el señorío de Bizkaia a su sobrina María Díaz de Haro I «la Buena» (1270-1342), que era la heredera natural del señorío como hermana de Diego López IV. En compensación, el hijo de Sancho IV y nuevo rey, el infante Fernando IV de Castilla (1285-1312), le dio a María Díaz de Haro las importantes y prósperas villas de Orduña y Balmaseda en 1307, así como otras más fuera de Bizkaia, quedando estas dos villas de nuevo fuera del señorío de Bizkaia.

Pero, poco después murió Fernando, y su hijo, el rey de Castilla Alfonso XI (1311-1350), se enfadó con María Díaz de Haro y su esposo Juan «el Tuerto», y les volvió a quitar Orduña y Balmaseda, quedando en su patrimonio real, según él, para siempre.

Finalmente, Alfonso XI de Castilla cambió de opinión, y dio las dos villas bizkaínas a su hijo y de Leonor de Guzmán «la Favorita», Enrique II de Trastámara, y éste a su hermano D. Tello, esposo de la señora de Bizkaia Juana de Lara (1370), por su apoyo contra su otro hermano, Pedro I «el Cruel», el cual quería hacerse con la corona castellana.

Al morir don Tello sin descendencia, el señorío de Bizkaia y las villa de Balmaseda y Orduña, pasaron a Juana Manuela, esposa de su hermano Enrique II, madre del infante D. Juan, futuro señor de Bizkaia (1376) y rey de Castilla (1379), quedando de nuevo unidas al señorío, pero sin participar de las Juntas Generales de Bizkaia.

Orduña llegó a formar parte de la Hermandad de Alaba, germen de la actual provincia en 1457, incluso sigue en ella en 1490 y 1491 formando parte de sus milicias, cuando ya era parte de Bizkaia.

Hoy Orduña es el único municipio con título de «ciudad» en Bizkaia, otorgado por Enrique IV de Castilla en el año 1467 y reafirmado por Fernando II de Aragón “el Falsario” en las Juntas de Bizkaia en Gernika el 30 de julio de 1476 en nombre de su mujer Isabel «La Católica», señora de Bizkaia.

En este documento, el rey aragonés confirma el privilegio del rey castellano Enrique del 4 de agosto de 1467, en el que promete «que esa dicha ciudad ni su tierra ni cosa alguna ni parte della no será enajenada ni apartada de mi corona real ni del dicho mi condado de Vizcaya». En 1499 forma parte de la Junta General de Bizkaia de ese año.

El rey aragonés obligó a todos los que circularan en el amplio corredor entre Castro Urdiales, Balmaseda hasta el río Ebro, a pasar por Orduña, lo que le dio aún más relevancia.

La carta de la ciudad de Orduña decía: “todos qualesquier personas que ovieren de entrar a las montañas del Condado e Señorío de Viscaya e sus comarrcas, que pasasen por las puentes de Haro e Miranda e la puente de Larrad, fuesen e pasasen por la dicha çibdad con sus cargas e mercadurías que a las partes del dicho Condado de Vizcay e sus comarcas lebasen o de allá sacasen para qualesquier ciudades y villas e logares destos reynos”. Cualquier mercader que tratara de evitar el portazgo de Orduña tomando otros caminos podían ser detenidos y sus mercancías secuestradas, hecho que no era nada extraño. Por ello, los orduñeses tenían partidas armadas con lanzas, dardos y ballestas para controlar los pasos tanto de día como de noche.

 

LAS RUTAS COMERCIALES DE ORDUÑA

URDUÑA / ORDUÑA La aduana de Orduña, es el nacimiento o fin del Camino Real de la Sopeña. El camino abandona Orduña rindiendo una visita al Santuario de La Antigua. Llegaremos a la Fuente La Choza donde un dolmen nos da fe de la antigüedad del recorrido, para proseguir por la pista principal hasta alcanzar la carretera que nos lleva a Lendoñogoiti.

OLETAR: En este lugar, un ramal a la derecha conduce hasta Menoio, siendo parte de la etapa que lleva hasta Amurrio, de frente encontramos el camino que hacia el oeste nos lleva hacia Añes.

AÑES en Ayala, parece ser que esta población surge seguramente de su importancia estratégica para posibilitar la unión entre las zonas de los valles de Ayala y Mena, debiendo su presencia al histórico camino. En este lugar también tiene restos preshitóricos en el Alto de las Campas, probablemente, lugares comunales y ancestrales de pastoreo.

ARTZINIEGA Desde Añes se dirige el camino hacia la medieval villa de Artziniega cruzando el valle del río San Miguel y las localidades de SOJO y SOJOGUTI.

RAMAL DE QUEJANA: Desde Amurrio nace el ramal que se dirige hacia IZORIA, para continuar su traza hacia la monumental Quejana. Desde aquí busca el camino que le lleva hasta MENOIO para alcanzar el paraje de Oletar a través del conocido camino de Angulo al Valle de Mena.

VARIANTE de PORTILLO DE ARO: Desde Oletar, el camino real busca el histórico Portillo de Aro y transita por un paisaje kárstico con inmejorables vistas.

GOLDETXO: la calzada enlaza, tras superar varias cumbres de la sierra, con el camino de Goldetxo.

En 1553 la ciudad de Orduña logró la ayuda de la corona para ensachar el camino de la Peña de Goldetxo que debía de estar muy deteriorada, tras insistir que esta era la ruta que conectaba la meseta catellana con la costa bizkaína, por lo que era la ruta principal.

TXARLAZO: este camino desciende del Txarlazo hacia Orduña, el cual, tras convertirse en el mejor camino para recuas y carretas, sustituyó al camino de la Sopeña a sus mercaderes y comerciantes.

En 1765 a 1777 tuvieron lugar las obras del camino de la Peña financiadas por las Juntas Generales de Bizkaia, elegido el itinerario como el mejor y más corto entre Pancorbo y Bilbao, desbancando a Vitoria-Gasteiz con sus puertos (Barazar, Altube y Urkiola) y Balmaseda, siendo un puerto de peaje y lo que supuso la construcción de la aduana actual.

Aitzol Altuna Enzunza

 

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