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LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA (II)

LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA (II)

EL CAMINO DE SANTIAGO

Según Julio Caro Baroja: “Es probable que la vía que iba de Astorga a Burdeos por Álava tuviera otra casi paralela junto al mar que uniera entre sí las ciudades marítimas que menciona Ptolomeo”.

El Camino de Santiago de los monasterios ya existía con Sancho I Garcés en el siglo X, dominador en La Rioja. El llamado “Camino francés”, que es el que recorren ahora la mayoría de los peregrinos, fue desarrollado en el siglo XI bajo el reinado del rey nabarro Sancho III el Mayor y después de Sancho Ramírez.

Los primeros referentes a los peregrinos por las “rutas extraviadas de Álava”, las podemos encontrar en las crónicas nabarras del Códice de Roda o de Meyá de finales del siglo X escrita en latín y en la Crónica Najerense del siglo XII escrita en romance nabarro-aragonés.

En la Crónica Silense o de Silos escrita en latín a principios del siglo XII en Castilla, se describe cómo el rey Sancho el Mayor de Nabarra (1005-1035), fue el que puso en marcha el Camino de Santiago por la Llanada Alabesa, llamado Camino Baionés o Vasco, y lo cita con estas palabras: camino de Santiago, que los peregrinos habían desviado por Alaua por temor de los sarracenos, lo hizo discurrir (por Alaba) sin el inconveniente de ese desvío”.

“Las rutas que a nuestro juicio emplearon los peregrinos para cruzar Ayala debieron ser principalmente dos. La primera de ellas correspondería a la época más antigua (siglos IX al XII-XIII), y su trazado, desde Monreal de Zuia, transcurriría por Gujuli, Unza y Orduña, siguiendo hacia Belandia para continuar por Madaria y Salmantón, llegar hasta Añes, subir de allí a Sojo y bajar hacia El Berrón, bien tocando Retes de Tudela o bien directamente por San Pelayo, para desviarse después hacia Balmaseda o encaminarse hacia Vallejo de Mena y continuar por el puerto de la Magdalena (antigua Vía Romana).

El segundo itinerario que proponemos partiría también de Monreal de Zuia, pero tomando otra dirección: Astobiza, Lezama, Larrinbe y Amurrio, siguiendo por Respaldiza, Zuaza, Menagarai, Llanteno y Artziniega para, desde allí, llegar a San Pelayo y continuar hacia el Berrón.

Podemos apuntar una tercera variante, que combinaría el trayecto Monreal-Orduña de una y, enlazando Orduña con Amurrio, el Amurrio-Artziniega de la otra (…)

Otro de los ramales sería desde Orduña, en vez de seguir por las laderas de Sierra de Sálvada, ascendía la Peña hasta la ermita de San Bartolomé, para de allí, ya por terreno más llano, continuar hacia Berberana y el valle de Losa”.

Junto a la ermita de San Antonio Abad de Amurrio, había un hospital donde se acogían peregrinos santiagueses, como el caso documentado de Jayme que murió en el hospital en 1601 según palabras de Micaela Portilla en su Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria.

Existen testimonio de este Camino de Santiago en Gujuli (inscripción Jacobi en el arco de la portada de su iglesia), en Quejana (figura con sombrero, concha, bastón y calabaza de peregrino a los pies de los sepulcros en la iglesia de San Juan), Menagarai (en la campana), iglesia Santiago de Llantero (concha en el arco del presbiterio), santuario de la Encina de Artziniega (escultura de Santiago a lomos de un caballo) y en la casa hospital (una concha en su entrada bajo el escudo de la villa). En San Clemente de Arbileta, tenemos la presencia de un sepulcro con cubierta monolítica a doble vertiente que, pudiera fecharse entre los siglos IX y X, si atendemos a algunas investigaciones efectuadas en el territorio.

La primera referencia documental a San Clemente de Arbileta está fechada el 18 de marzo de 1198 como hemos visto, en el que Alfonso VIII de Castilla dona a la iglesia de Calahorra el «Òmonasterium beati Clementis quod dicitur Haruireta, quod situm est in Orduña Suriguren, cum ovni suo iure et mnibus directuris et pertinentiis suis, tam heremis quam populatis, que ad iam dictum monasterium petinet uel pretiere debent iure hereditario imperpetuum habendum et irreuocabiliter possidendumó». 

 

CÓMO SE FORMARON LAS POBLACIONES DEL VALLE DE ORDUÑA

Sobre cómo se formaron las poblaciones de Orduña y Alaba, escribía el doctor en historia J. L. Orella Unzué: «La tierra alavesa se asemejaba a la Cuenca de Pamplona, su realidad social se presentaba algo privatizada y contaba con una actividad agrícola más rentable que en la montaña. Junto al tenen­te o conde (nabarro) aparecen unos propietarios, los caballeros alaveses, que son súbditos del rey de Pamplona.

Sancho VI el Sabio se comprometerá en el acuerdo de 1179 a respetar sus heredades fuera de las tierras realengas. La estructura socio-política alavesa, al igual que la de los espacios colindantes de Orduña, Ayala y las Encarta­ciones, se basaba en poblados».

Sigue Orella: «Un documento fechado en 1150, por el que establece una concordia entre el abad de Leire y el obispo de Pamplona, menciona expresamente a Belorado entre los territorios gobernados por el rey navarro: Regnante rege Garsia (El Restaura­dor) in Nauarra et in Alaua et in Biccaya ei in Belforat. Hasta 1162 no se generaliza a todos esos territorios pertenecientes al Reino de Pamplona como ya englobados con el mismo nombre territorial de Navarra” («El Derecho en el Fuero de San Sebastián», Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos. Congreso El Fuero de San Sebastián y su época. 1981).

Por tanto, la población de Orduña se hizo sobre una antigua ledanía o cofradía («udahala» en euskera) de Nuestra señora de Santa María al pie de la Peña, probablemente la más antigua de Bizkaia de las dedicadas a la virgen María que después bajó al llano.

Era Orduña un importante paso de mercancías entre la costa (ruta desde Castro Urdiales-Balmaseda y Bermeo-Llodio), a la meseta castellana, como hemos visto, cuando menos desde época romana atravesada por importantes calzadas. Tras la conquista castellana, el muro y el castillo nabarro de Orduña se vieron reforzados.

 

NACIMIENTO DE LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA

La tenencia de Orduña, como las de Ayala, Llodio y Orozko, nació del hermano del conde de Bizkaia Eneko López “Ezkerra”, llamado Sancho López, y en concreto de sus hijos Lope Sánchez y Diego Sánchez, que tendrían las tenencias de Ayala, Mena, Orduña y Llodio, y un tercer hermano, el más joven o Garçea, Orozko.

  1. Labayru en su «Historia de Bizcaya» cuenta como: “Sancho López, el hermano del verdadero Iñigo López, que cito, aparece poseyendo muchas propiedades en Alaba y en los señoríos de Ayala, Mena, Llodio y Orduña. Así es que ya en 1075 D. Lope Sánchez dona a San Millán de la Cogolla la parroquia de Nanclares y los manzanares de todas las posesiones que tenía en el valle de Orduña: “Ego igitur senior Lope Sangiz…domino meo Sancto Emiliano et tibi abbate Blasio…concedo el confirmo Jacobi monasterio de Langreiz (hoy Berberana) cum pertinentia totum ad integritatem…Et in valle de Urdunia in totas villas suos manzanares”. En el mismo documento se donan además bienes de varias poblaciones burgalesas pero pertenencientes al reino de Pamplona-Nabarra.

Así, uno de los hijos, Lope Sánchez, firma como tenente nabarro de Ayala y Mena en 1095 y su hermano Diego, ese mismo año, firma en una escritura de Santa María de Nájera con “Ayala” como apellido y, desde entonces, así fueron conocidos los condes de Ayala: “Sennior Lope Sanxoz obteniente (sic.) Mena et Ayala” y Diego o “Didaco Sanxoz obtinente Castella usque Tetega”, por tanto, en la Castilla Vieja y Tertenga (el enclave de Amurrio en Orduña ¿?), dentro del reino de Nabarra. Un tercer hermano, Garçea o García Sánchez, gobernará el valle de Orozko.

La tenencia Nabarra de Orduña con Lope Sánchez al frente, abarcaba también los hoy municipios ayaleses de Delika, Tertenga, Urruno, Aloria y Artomaña (todos ellos hoy en Amurrio en el valle de Arrastaria), separados de Orduña por Fernán Pérez de Ayala cuando se hizo con el señorío ayalés en 1379, los cuales participaban hasta entonces en la vida municipal de la villa, eligiendo uno de los dos alcaldes y procuradores y 12 de los 24 «hombres buenos» del concejo como veremos.

Es más, la primera Ordenanza de Orduña de la que tenemos constancia es de 1508, con el clarificador nombre de: «Capitulado de Ordenanzas de la Cofradía de Hijosdalgo de la Ciudad de Orduña y sus aldeas y otros pueblos de la Hermandad de Arrastaria de Alaba en honor de D. Iñigo redactado por el bachiller Acebedo»

Aunque quizás, el valle de Urkabustariz, también formó parte de la tenencia nabarra de Orduña, viendo que formaba parte de arzobispado orduñés como vamos a ver. El hijo de Alfonso XI de Castilla, don Juan, y el señor de Ayala, se pelearon por las aldeas de Delika, Tertanga, Artomaña y Aloria, más la entonces aldea y hoy barrio orduñés de Arbieto en 1380, en el pleito, el concejo de Orduña señala que siempre fueron suyas. Orduña perdió y por la sentencia de la chancillería de Valladolid tiene que devolverlas al Fernán Pérez de Ayala. También perdió el recurso en 1391 ante su hijo el canciller Pedro López de Ayala, pero los orduñeses podían cortar hierba y usar sus montes, por tanto, el juez acepta los derechos ancestrales de usar el comunal. Es más Pedro López de Ayala consiguió que el rey de Castilla le pagara sus favores como embajador ante la Santa Sede y Francia, con la concesión en señorío de Orduña, pero la muerte temprana se lo impidió, sin embargo, los Ayala nunca dejaron del todo Orduña, ocupando diferentes cargos. Incluso esta poderosa familia, cuando ya Orduña se había integrado en Bizkaia (año 1457), logró que los Reyes Católicos les concediesen el mayorazgo de Orduña por un breve período de tiempo entre mayo de 1475 y diciembre de 1476 a favor del mariscal García de Ayala y su mujer María Sarmiento. El propio García de Ayala no aceptó la revocación del mayorazgo y tomó la ciudad por las armas con el conde de Trebiño en 1477, lo que le supuso una condena a muerte y reparación de daños, la condena a muerte al menos, no se llevó a cabo. Aún así, el castillo de Orduña quedó en manos del conde ayalés.

Aitzol Altuna Enzunza

 

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