
El monte San Pedro desvela su historia y pasado bélico

Dos trincheras recuperadas -una utilizada como avanzadilla y la segunda en la cima- y más de 600 objetos relacionados con el día a día de un escenario bélico. Es el balance provisional del proyecto de excavación arqueológica en el monte San Pedro efectuado desde el pasado 14 de octubre por un equipo interdisciplinar de 15 personas dirigido por Xurxo Ayán y con Josu Santamarina y Sergio Escribano como codirectores.
En el acto de presentación de la iniciativa, Ayán calificó este espacio natural, ubicado a 600 metros de altitud y compartido por los términos municipales de Amurrio y de Orduña, como «uno de los frentes más desconocidos y olvidados de la contienda civil y es ese carácter inédito y buen estado de conservación lo que lo hacen muy interesante y valioso». Y es que la posición del monte San Pedro fue bastante secundaria en 1936 hasta que en el mes de diciembre, durante la Batalla de Villarreal, se convirtió en objeto de fuertes combates entre dos visiones ideológicas frontalmente opuestas. En esa contienda, milicianos anarquistas del Batallón Bakunin (CNT), junto a otras fuerzas republicanas, arrebataron la cumbre a los requetés del Ejército de Franco. Y en su poder estuvo hasta que en mayo de 1937, en plena ofensiva franquista sobre Bizkaia, los modernos medios aéreos y mecanizados alemanes (Legión Cóndor) e italianos (Corpo Truppe Volontarie) destruyeron toda resistencia antifascista.
Animados por la asociación etnográfica Aztarna de Amurrio, el Grupo de Investigación en Patrimonio Construido (GPAC de la Universidad del País Vasco) puso su mirada y su objetivo en recuperar la historia olvidada del monte San Pedro con una intervención de campo en las posiciones de guerra acompañada de la recogida de testimonios orales en la zona, el vaciado documental en archivos históricos y todo un programa paralelo de divulgación. Y todo ello con la colaboración y apoyo del Ayuntamiento de Amurrio, la asociación Aztarna, el Instituto de Ciencias del Patrimonio (CSIC), el Laboratorio de Documentación Geométrica del Patrimonio, la Cátedra Unesco de Paisajes Culturales y Patrimonio, la Fundación Vital, la asociación de recreación histórica Lubakikoak y el Gobierno vasco.
Primeros resultados Después de tres semanas de trabajos en el lugar de los acontecimientos históricos, el balance es «muy satisfactorio y positivo» hasta el punto de que «no esperábamos encontrar tantos objetos, dada la complicación del terreno», informa Josu Santamarina.
En la recuperada trinchera de avanzadilla, excavada en roca hasta los dos metros de profundidad, se han hallado medio millar de piezas y la hipótesis que barajan los investigadores es que podrían corresponder con la batalla final de 1937. Gran parte de lo encontrado son restos de metralla, guías de peine (cargadores) o casquillos de bala, muchos de ellos de procedencia checa.
La segunda trinchera excavada es la localizada en la cumbre del monte San Pedro y tiene también dos metros de profundidad. En este ámbito se han encontrado un centenar de objetos de las mismas características. Pero además de piezas militares, se han hallado vestigios de la cotidianidad de los milicianos y combatientes como una copa pequeña de vidrio «seguramente para aguardiente o coñac para satisfacer la sed o generar valentía ante la lucha», un plato e incluso restos de una vela vieja con la que los combatientes podrían alumbrar la oscuridad de sus refugios. Su singularidad es tal que Josu Santamarina asegura que «nunca habíamos encontrado tal objeto frágil y común en una ubicación bélica tras una intervención arqueológica».
El proyecto de excavación en el monte San Pedro ha suscitado en estas tres semanas el interés de muchas personas que se han acercado hasta a para ver in situ allí la evolución de las labores, charlar con los investigadores o, incluso, para llevarles materiales que habían encontrado en paseos por la zona como piezas de metralla, un bote donde se guardaban las máscaras antigas e incluso una pistola fabricada en Eibar.
Han sido, en total, más de un centenar de visitantes, un número de personas que se podría haber visto incrementado este último fin de semana ya que había previsto una interesante recreación histórica a cargo del grupo Lubakikoak que, sin embargo, tuvo que ser suspendida por el mal tiempo.
La divulgación pública de las conclusiones del proyecto tendrá lugar este viernes, 11 de noviembre, en el bar Atxubi de Amurrio en el transcurso de una singular barferencia en castellano que dará comienzo a las 18.30 horas.
Tomado de www.deia.es