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RUZABAL (Algunos personajes)

RUZABAL (Algunos personajes)

ÁLAVA, Eugenio: Natural de Lendoño de Arriba. De joven se fue al pueblo de Amurrio (Álava) a casa de un tío paterno que había fundado la empresa “Vinos Álava”. En este pueblo aumentó el tamaño de la empresa que comerciaba con todo tipo de vinos. La misma tuvo mucho prestigio. Años después se inició en la promoción del negocio del “txakolin”, haciendo grandes plantaciones de viñedos con otros socios familiares, con el fin de auto-abastecerse de la materia prima. Después, con su familia, fundó la bodega de txakolí “Xarmant”. Era un hombre muy inquieto y muy aficionado a la “pelota vasca”, siendo uno de sus mayores promotores en Amurrio. Fue el alma “mater” de la construcción del frontón actual.

ÁLAVA UGARTE, Francisco: 1932, Lendoño de Arriba. Maestro industrial. Emigró a Brasil en la década de 1950. Fundó junto a dos amigos la empresa “Bilbao –S.A.”,  fabricante de piezas de automóvil, empleando a muchos vascos y españoles en la misma. Su principal cliente era la marca de coches  Volskwagen, en  Brasil y Méjico.   Socio fundador y presidente de la Euskal Etxea (Eusko Alkartasuna ) de Sao Paulo (Brasil). Este centro es el decano de los centros vascos brasileños y tiene su sede en Guernica Kutun a 25 kms. del centro de la metrópoli. Compitió en 2 Juegos Olímpicos,  representando a Brasil, en la modalidad de “tiro al plato”. Obtuvo unos 70 premios en dicha disciplina. Falleció en 2014.

ÁLAVA,  Miguel de: Tejero de la tejería de Belandia, que hizo varias reformas en diferentes edificios del concejo orduñés, en 1536 y sucesivos.

ÁLAVA, Vicente: Natural de Lendoño de Arriba (Orduña ),1893. Desde muy joven tuvo mucha afición a la recogida de setas, siendo el setero que más fama ha tenido,  de los habidos en la comarca, por las cantidades recolectadas, por lo cuidadoso en su recogida y por lo “hábil que era ” para que no le descubriesen sus setales.

ARMONA: Tuvo este linaje casa solar y armera en Belandia (Orduña).  Una de sus ramas se estableció en Arispaldiza –Respladiza (Álava)  en 1678. De aquí, a mediados del siglo XVIII,  se establecieron en La Habana (Cuba). De la ciudad de Orduña procedió una familia  de este apellido a la que pertenecía Matías de Armona y  Murga, natural de Respaldiza (Áava), Marqués del Real Agrado y caballero Supernumerario de la Orden de Carlos III en la que ingresó el 29-5-1789.

BARDECI AGUINACO, Pedro

Misionero nacido en Orduña el 6-4-1641, bautizado en San Clemente de Arbileta.

BERRIO: Apellido entre otros lugres del país, en Orduña y Lendoño de Arriba. Berrios del solar de Orduña asistieron a la batalla de las Navas de Tolosa y conquista de Baeza (J), siendo pobladores de esta ciudad y progenitores de las ramas de Jaén y Granada, ésta con líneas en Perú y Colombia. De la casa de Lendoño de Arriba (dimanada de la de Orduña) se derivó la línea de México. Probaron su nobleza para ingresar en la Orden de Santiago: Diego de Berrio y Landazuri, natural de Lendoño de Arriba, en 1691; Diego Manuel de Berrio e Intxaurregui y hermanos, naturales de Orduña, el 28-7-1774;  N. de Berrio y Quincoces, vecino de Orduña a finales del siglo XVII.

BERRIO, Antonio de: Natural de Lendoño de Arriba (Orduña ). Capitán, funda 2 pueblos en Venezuela en 1592 y 1593.

BERRIO, Juan de (El Viejo): A mediados del siglo XVI, y luego su hijo (llamado “el mozo”), ambos de Lendoño de Arriba, aparecen como propietarios de bueyes y rocines.

BERRIO y LANDAZURI, Diego de: Natural de Lendoño de Arriba (Orduña ), 1691. Caballero de la Orden de Santiago, envía desde Nueva España (Méjico), en 1686, 8.000 pesos para fundar 2 capellanías en la iglesia de San Pedro de Lendoño de Arriba.  Esta misma persona en 1689 remite 5.000 pesos, desde la ciudad de México al convento de San Francisco para fundar una capilla y estudios. Fue “minero de San Gregorio de Mazapil”, en Méjico.  Fue capitán y caballero de Santiago en 1691. Llegó a Nueva España con su tío Pedro de Bardeci a los 16 o 18 años, y allí llegó a ser “Capitán a guerra en la frontera de Mazapil”, descubriendo “ciertas minas en el Real de Mazapil”. Fue “protector de los indios guachacheles y chaneles“.

CALZADA, Domingo de : Natural de Lendoño de Abajo, residente en Méjico, en  1756 y 1763.

ECHEVARRIA RUIZ, Gregoria: natural de Akesolo- Aquéjelo (Lendoño de Abajo), 1904-2008. Murió con 104 años, una de las personas más longevas de toda la comarca.

ELEJALDE, José: natural de Lendoño de Arriba. Pastor que, desde pequeño, subió con su rebaño de ovejas a los pastos de Sierra Salvada, zona de Ponata, durante muchos años. Todavía, en el año 2014, lo seguía haciendo.

ELEJALDE  y de la CALZADA, Lázaro de: Nació en Lendoño de Abajo, el 17-12-1766. Capitán de fragata. En 1797  residía en Veracruz (México). En 1554 tomó contacto con los eruditos Richard Edén y con Thomas Nicholas, especialistas en temas americanos.

GARAY, Juan de: Se ha discutido mucho sobre la tierra que vio nacer a este famoso explorador y colonizador, fundador de la ciudad de Buenos Aires. Enrique de Gandía, según sus  investigaciones, ha llegado a la conclusión de que era vizcaíno, nacido en Belandia, aldea de Orduña, hacia el año 1527. Siendo muy joven acompañó a su tío, el orduñés Pedro Ortiz de Zárate, en una expedición al Perú en la Armada del nuevo virrey, Blasco Núñez Vela. A los 45 años figuraba entre los soldados que combatían en Charcas y Potosí. Ascendió a capitán y asistió a la fundación de Santo Domingo de la Nueva Rioja. En 1561 contribuyó a la fundación de Santa Cruz de la Sierra, hoy llamada Bolivia, de la que fue alcalde durante 7 años, introduciendo y aclimatando ganado en aquel lugar. Allí contrajo matrimonio con Isabel de Becerra y Mendoza, con quien tuvo dos hijas.  En el año 1568, Juan de Garay, abandonó Santa Cruz de la Sierra con más de 100 soldados, dirigiéndose hacia Asunción (Paraguay ), capital de las provincias del Río de la Plata, donde se otorgó la Vara Real de alguacil mayor de todo el territorio. Fundó la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz.  Juan de Garay organizó una expedición de socorro para ayudar a su tío Ortiz de Zárate, que se encontraba en una situación angustiosa, y después de un fuerte combate con los indios nativos, logró salvarle de dicha situación.  A raíz de estos acontecimientos Juan de Garay ascendió a justicia mayor, teniente de gobernador y capitán general de todas las provincias del Río de la Plata.  Tuvo que intervenir con sus tropas para sofocar la insurrección de los nativos en la Guayra. En 1579 fundó dos nuevos núcleos de población, las ciudades de Villa Rica del Espíritu Santo y Santiago de Jérez. En 1579 se había establecido la tranquilidad en aquellas tierras. Don Pedro de Mendoza que había sido el primer adelantado del Río de la Plata, fundó una ciudad bajo la advocación de la Virgen del Buen Aire, patrona de los navegantes, hacia 44 años.  Después de unos 5 años de luchas con los indios nativos, la ciudad fue abandonada y al regresar a España, Pedro de Mendoza falleció durante el viaje.  Juan de Garay decidió poblarla de nuevo, pero se requerían medios y personal.  Para ello publicó un bando en la ciudad de la Asunción resaltando las excelencias de las tierras que iban a tratar de poblar. Se alistaron 66 colonos a los que acompañaron 200 familias de indios guaraníes. Para ello partió un considerable convoy que llevaba a los nuevos pobladores, además de 1000 caballos, 200 vacas, unas 500 cabezas de otros animales, entre ovejas, cabras y cerdos. Esta expedición partió el 9-3-1580. Al mes siguiente partió la expedición flotante que bajó por el río Paraná  al mando de Juan de Garay, en la que llevaban armas, municiones, semillas y mantenimiento para la nueva ciudad.  Como arribaron al Río de la Plata antes que la expedición que partió en primer lugar, hubieron de esperar a que llegase esta.  Garay, para la segunda fundación de Buenos Aires, eligió un terreno algo alejado del primero. Era sábado,11-6-1580, cuando Juan de Garay hincó en la tierra un trozo de madera, símbolo del árbol de la justicia, blandió su espada en todas las direcciones y cortó algo de hierba, con lo que significó la toma de posesión. Solemnemente declaró fundada la ciudad bajo el nombre de Santísima Trinidad y puerto de Santa María de Buenos Aires en atención de lo privilegiado del lugar. Luego hubo de proceder al reparto de indios para que ayudasen a los colonos en los trabajos domésticos, de agricultura y ganadería, e hizo la repartición de tierras. Juan de Garay fundó Buenos Aires con 66 vecinos en lugar de los 30 exigidos para fundar una ciudad.  Además de sus hijas, también tuvo un hijo natural llamado “el mozo”, que figuró en la fundación de Buenos Aires y fue más tarde general y teniente general de Santa Fe, donde falleció. A los indios no les gustó que volviesen los españoles a establecerse 50 años después de que tuvieran que abandonarla por la presión ejercida por los nativos. Estos hicieron todo tipo de preparativos para intentar expulsar a los ocupantes extranjeros de sus tierras y después de diversos y duros combates, una vez muerto el cabecilla de los indios nativos, estos huyeron en desbandada. Garay, en el año 1581, organizó una expedición para explorar las tierras y costas del sur de la región. Le llamaron la atención las manadas de caballos salvajes que pastaban por aquellas regiones, descendientes de los que llevó por aquella zona su tío Ortiz de Zárate, también observaron millares de focas descansando en tierra o emergiendo de las aguas de aquellas costas. El 10-3-1583 partió de Buenos Aires hacia Santa Fe a bordo de una nave, acompañado de 40 hombres y varias mujeres. A unas 40 leguas de aquella ciudad  se perdieron en una laguna desconocida, por lo que decidieron hacer el trayecto que les quedaba por tierra y cuando en una de esas noches estaban durmiendo les atacaron un grupo de indios querandíes. Juan de Garay y muchos de sus acompañantes murieron en aquel asalto.  Los demás consiguieron llegar hasta la nave que habían dejado en la laguna. Esto ocurrió 10 días después de haber partido de Buenos Aires, el 20-3-1583. Este personaje según los historiadores ha dejado un excelente recuerdo en la historia: severo y duro, como no podía ser menos en aquellos tiempos; pero jamás cruel ni inmoral. Al morir, a pesar de sus hechos extraordinarios, no dejó riquezas. Hoy en día en nuestra ciudad, Orduña, en su memoria, hay una plaza que lleva su nombre.

LONDOÑO, Sancho de: Natural. Mariscal del rey Juan de Navarra y Comandante General del Reino.

LÓPEZ de LENDOÑO, Juan: Procurador general  de Orduña, que en 1521 fue uno de aquellos a los que  se les entregó la orden de Carlos I, por la que Pedro de Ayala, señor del castillo de Orduña por ese tiempo, debe ceder villas, vasallos y fortalezas. Por dicha orden tomó posesión del castillo, el 4 de mayo, junto con otros personajes orduñeses.  Fue elegido nuevo alcalde.

LOYO OLABARRIAGA, Julián: Natural, Lendoño Abajo ¿1922?. Pastor de ganado ovino, a cuya profesión dedicó toda su vida. Cuidaba su rebaño por las campas de Lendoño, como en La Ponata, o cuando hacia la trashumancia hacia tierras burgalesas de la zona de Relloso (Burgos). Dejó una secuela bien alta entre los pastores de la zona. En una ocasión, allá por los años 50 del siglo pasado, ante una “prendaria” que le hizo algún guarda en la zona del Alto de Las Campas, poco después de la plantación de pinos, por tener su rebaño en ellos. Para recuperarlo le exigían una multa, a lo que él se negaba a pagarla. Con tal motivo, un día, se fue a protestar a Bilbao. Para ello se “vistió con las mejores galas de pastor” (Blusa, abarcas, calcetines de lana y txapela ), y acompañado por su perro y la vara habitual, se montó en el tren y viajó hasta la capital vizcaína. Allí, se presentó ante el gobierno civil, situado en la plaza Moyua, y estuvo un buen rato apostado en frente de la entrada principal, llamando la atención de los viandantes, hasta que logró que le recibiesen, primero el secretario y después el gobernador, Genaro Riestra (asturiano). A este le planteó sus quejas al respecto y después de una larga conversación, éste le comentó que ya estaba todo solucionado, que sólo tenía que presentarse ante el alcalde de Orduña, y que este le indicaría como tenía que proceder para recuperar su rebaño, sin ninguna penalización. Cosa que hizo al regresar a Orduña, y una vez entrevistado con el alcalde, se solucionó el problema. El alcalde dio las órdenes oportunas al guarda forestal y así quedó solventado el problema.

MARTÍNEZ ELEJALDE, José Ramón: Natural de Belandia, 1953. Residente en Aguíñiga, fue homenajeado en Amurrio, el Día del Pastor  – Artzai Eguna, el 27-9-2015. En el año 2001 acudió con su mujer, Lourdes Menoyo, a la “escuela de pastores  de Aránzazu, para formarse y montar su propia quesería en Aguíñiga. En el año, 2014, ganó el primer premio de quesos de Idiazábal, junto a su esposa, en la feria del “último lunes de Gernika”. Tiene unas 300 ovejas y elabora unos 6.700 kgs/año.

PEREA, Justo: Vecino de Lendoño de Abajo. Maestro de su “Escuela Pública “, años 1921-1960.  ¿Me parece que estuvo hasta algunos años más tarde?

POZA, Andrés de

Políglota, abogado, cosmógrafo y matemático. Natural de Lendoño de Abajo (Orduña), 1547, y murió en Madrid en 1595. Perteneció a una familia distinguida “fue criado en su juventud con mucha largueza, cursando nueve años en la universidad de Lovaina (Bélgica) y habitando 10 años más en Salamanca, donde se graduó de licenciado en Leyes, en 1570, para venir a ser abogado en Vizcaya “. Tuvo fama como abogado, pero el estudio de las Leyes no le impidió dedicarse a las Matemáticas, la Astronomía  y la Navegación, estudiando lo más moderno que sobre estas dos últimas se había escrito en Francia, Italia, Inglaterra y Alemania, y lo recopiló con maestría. Poseyó varias lenguas extranjeras, cosa muy rara en aquel tiempo, siendo éstas la francesa, inglesa, italiana, flamenca y latina; y publicó en Bilbao, el año 1585, en la imprenta del primer impresor de Vizcaya, Matías Marés, un libro que tituló: “Hidrografía, sumario de la esfera, instrumentos de la navegación, mareas, latitud y longitud con índice de voces náuticas”,  la más curiosa que hasta aquí ha salido a la luz, en que además de su derrotero general se enseña la navegación por altura y derrota,  y la del Este- Oeste con la graduación de los puertos al Catayo por cinco vías diferentes. Al dar en Aranjuez el 4-5-1584 la aprobación de este libro, el célebre ingeniero italiano al servicio de España, Juan Antonio Antonelli, le califica de “libro muy bueno y provechoso para imprimirle “.Poza declara en el prólogo: “ que si le escribió siendo tan ajeno a su profesión fue movido por un sentimiento desinteresado de humanidad o caridad “.  Se reimprimió en San Sebastián, en 1675, con la adición de Antonio Martín Carneiro, dedicándolo a la provincia de Gipuzkoa.  Dos años después de 1585, también imprimió Poza en Bilbao, en la imprente de Marés otro libro que tituló “De la antigua lengua, poblaciones y comarcas de las Españas, en que de paso se tocan algunas cosas de la Cantabria “,  dedicándola a  Diego de Abendaño y Gamboa, señor de las casas de Urquizu y Olaso, y de la villa de Villarreal y sus valles, y ballestero mayor del rey  (edición de Angel Rodríguez Herrero. Madrid. Ediciones Minotauro, 1959, biblioteca Vasca, vol. IV). Lo dividió en tres partes, una con este título; otra escrita en latín con el “De Prisca Hispanorum lingua in gratiam eorum qui nesciut Hispaniae.  Pardoxon Iuriscons Cantabri “, y la tercera en español con el de “De las antiguas poblaciones de las Españas con los nombres y sitios que al presente le corresponden “. En la iglesia de San Ginés de Madrid mandó enterrarse en la sepultura de Casilda de Poza, su hermana, y de María de Yarza y Juan García de Yarza Vizcaíno, madre y abuelo de los dos.  Andrés de Poza estuvo casado con  Antonia de Olaeta.  Poza debió escribir algunas obras más, de las que no se tiene noticia, a excepción del códice manuscrito que existe en la Biblioteca Nacional “Defensa de la Nobleza Vizcaína”, con las advertencias de los comentarios que escribió Juan García de Saavedra, sobre las “Pregmáticas de Nobilitate “, y gozó en su patria y fuera de ella de excelente reputación como abogado y publicista. En 1583 regentaba la Escuela de Náutica de San Sebastián, siendo catedrático; vivió muchos años en Bilbao, fue consejero de su ayuntamiento y catedrático de la primera escuela de Cosmografía, fundada por Felipe II. – Andrés de Poza tuvo un hijo, Juan Bautista de Poza, jesuita y teólogo afamado  que murió desterrado en un colegio de Cuenca (Ecuador).

SALAZAR ARECHALDE, José Ignacio:  Antiguo secretario del ayuntamiento de Orduña, con orígenes paternales de la ciudad. Historiador e investigador exhaustivo de La junta de Ruzabal. Tiene varios libros escritos sobre la misma, así como numerosos artículos. Se puede decir que es la persona que más se ha interesado por su historia: La Comunidad de aldeas de Orduña. La Junta de Ruzabal (siglos XV-XIX)”, 1989;   “Urbanismo e Historia. La ciudad de Orduña “, año 1995. Orduña: camino y frontera”, 2005.  “La comunidad de aldeas de Orduña, La Junta de Ruzabal, en el V Centenario de sus Ordenanzas (1516-2016), por José Ignacio Salazar Arechalde. 2016.

SANCHO de Lendoño: Natural de esta aldea.  Militar, mariscal de Juan II de Navarra y comandante general de este reino en el s. XV.

ULIARTE y BERGARA, Sebastián de: Nacido en Belandia, en 1777 enviaba desde Méjico a la iglesia de Belandia, una pintura de la Virgen de Guadalupe, venerada en la parroquia del pueblo hasta fechas recientes.

URTIZ de RIPA, Luxía de: natural de Lendoño de Abajo. Siglo XVI. La fraira Lucía de Ripa, que estaba al cargo del Hospital de San Lázaro de Orduña (siglo XVI) era una mujer con dotes de mando, organización y un acreditado nivel cultural, que le permitía estar  al frente de sus bienes y rendir cuentas ante el Concejo de la ciudad. Tenía asignado un sueldo y una criada, al margen de la Iglesia y la Corona. (50) Parece que en algún tiempo partió hacia la India.

ZUBELDIA, Francisco. “ El Raposero”: Francisco Zubeldia, “Patxi”, natural de Altzo (Gipuzkoa ). Esta persona llamada así entre los pastores de Sierra Salvada. Era contratado por los pastores de la zona, para que ejerciera su oficio, durante unos 20 años. Se dedicaba a poner trampas para cazar raposos o zorros que diezmaban los corderos de los rebaños. Se solía hospedar en la Venta Fría o en algún caserío de Madaria. Cada pastor le pagaba en función del número de ovejas que poseía. Unas veces cobraba en ovejas y otras en dinero. A él se le atribuye la introducción del perro pastor entre los pastores de la zona.

 

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