ORDUÑA: YESERAS
Yesera de Daniel Basaldúa
1889 (16 de junio): Daniel de Basaldúa, dueño de la fábrica de yesos “la Antigua” solicita del ayuntamiento de Orduña la reposición del camino de la Paúl hasta dicha empresa, disponiéndose a poner toda la mano de obra que hiciese falta, de su cuenta. (20 de octubre): Daniel de Basaldúa, pide permiso para arreglar el camino de la Paúl por su cuenta. También solicita se arregle el otro camino, el de Rondina, con lo que iba a gastar el ayuntamiento en el arreglo del primero de ellos.
1890 (17 de noviembre): se da permiso a Daniel Basaldúa para arreglar el camino de la Paúl con escombros de las ruinas de la antigua iglesia de San Francisco.
1892 (5 de junio): el alcalde pedáneo de Tertanga envía una instancia sobre los caminos de Basaldúa y varios. Se pone el asunto en manos del perito municipal.
1894 (17 de septiembre): en esta fecha ya existía la “Viuda de Basaldúa” (el de la yesera).
1906 (14 de febrero): el camino de San Cristóbal a Tertanga se hallaba obstruido por algún corrimiento de tierras de las propiedades de la yesera de Basaldúa (algunas personas decían que dicha obstrucción existía desde hacía años y que ése camino se usaba poco, ya que los vecinos de Tertanga utilizaban la carretera provincial). Se acordó que se despejase el mismo por la persona de la yesera de Basaldúa. La viuda de Basaldúa, con este motivo, construyó un puente sobre el río Tertanga, muy cerca del molino del pueblo, con sus medios, para solventar dicho problema y que los vecinos de la aldea pudiesen acceder a Orduña.
1907 (17 de julio): Daniel de Basaldúa se compromete, a la finalización de las obras del monumento a la Virgen, en el Charlazo, por 10.000 pts., poniendo como condición que se le entreguen 5.000 pts., después de acopiar al pie del monumento los materiales, instalar los andamios y empezar las obras; y el resto, hasta las 10.000 pts, después de terminadas las obras y certificadas, por José M.ª Basterra, arquitecto de la misma, y Juan de Eguidazu (ingeniero), responsables técnicos de las mismas. Se aprueba lo ofrecido por Daniel Basaldúa.
1915 (8 de septiembre): la empresa “Artículos de la Construcción”, propietaria de la yesera de Basaldúa, solicita permiso al ayuntamiento para desviar en sus terrenos y otros adyacentes el camino de Tertanga, para mejorarle.
1923 (11 de abril): la Sociedad Anónima de “Artículos de la Construcción” recurrió el acuerdo del ayuntamiento, por el impuesto al consumo de leña[1] y carbón, que usaba en su fábrica de yeso, en Basaldúa.
1925 (23 de septiembre): Ángel Linacero Recalda, era mandatario de la Sociedad de Artículos de la Construcción, empresa que regentaba la yesera de Basaldúa; (14 de octubre).
1941 (26 de febrero): Alberto de Goiri y Ruiz de Aguirre solicita permiso de una serie de “pertenencias” para ampliar la yesera de Basaldúa con una nueva galería “La Esperanza”.
Yesera de Daniel de la Torre
1891 (16 de noviembre): Daniel de la Torre, dueño de la fábrica de yesos, sita en la Antigua, pide permiso para aprovechar el agua sobrante de la fuente del anterior Santuario para utilizarla en su fábrica. Se le concede, con carácter provisional, haciendo por su cuenta todas las obras y dejando el agua a disposición del ayuntamiento cuando éste quiera utilizarla.
1892 (7 de marzo): Daniel Torre pide permiso para construir una galería, para con ella dar salida a las aguas de su cantera de yeso, al río Pachecas (Quintana), y desde la terminación de ésta, construir y conservar por su cuenta un camino de carro que va a terminar cerca del puente de la Antigua. Se concede el permiso, siendo por cuenta del solicitante el arreglo y conservación de la galería y camino, sin impedir nunca el paso de las aguas y tubos de hierro necesarias para la Fuente u otras instancias que se hicieran en Orduña; (5 de junio): varios vecinos solicitan al ayuntamiento que obligue, a Daniel Torre, a efectuar algunas obras, para que el río que atraviesa el puente de la Antigua no cause averías por las mismas. Se nombra una comisión para estudiarlo; (21 de octubre): un vecino, denuncia a Daniel Torre, que se le prohíba echar en el río, los escombros de la galería de éste, muy cercana a su cantera de yesos.
1893 (12 de abril): Daniel Torre, dueño de la fábrica de yesos, pide permiso para prolongar la vía que está construyendo desde su cantera, en San Antón, al camino carreteril de la Campa del ferrocarril del Norte, o sea frente a la casa de Hermenegildo Ruiz. Se acuerda estudiarlo; (5 de mayo): se acuerda permitir, provisionalmente, a Daniel Torre, continuar con la vía desde la Cantera a la fábrica de yesos del camino de la Antigua; (14 de junio): se avisa a Daniel Torre para que limpie del río de Oruro las tierras y escombros que se han depositado, procedentes de su cantera de yeso.
1894 (24 de octubre): Daniel Torre solicita permiso para atravesar con un “arco” el puente de la Antigua, quedando en estudio; (14 de noviembre): se da permiso a Daniel Torre para lo del puente de la Antigua.
1895 (16 de enero): en la yesera de Daniel Torre se fabricaba yeso y cal hidráulica; (25 de enero): Daniel Torre comunica al ayuntamiento: que tiene dado para el arqueo y pared del río que atraviesa el puente de la Antigua, toda la cal hidráulica que haga falta para su construcción, y además que ha arreglado por su cuenta un trozo del camino de la Antigua, y que también hará por su cuenta el relleno de todo el alcantarillado, a medida que vaya sacando escombros de su cantera.
1896 (5 de agosto): Daniel Torre pide permiso para prolongar la fábrica de yeso. Se le concede; (20 de noviembre):se acuerda pagar 186 pts. por 52 carros de piedras para el “acueducto” del camino de la Antigua; (27 de noviembre): la Compañía de Ferrocarril Bilbao-Castejón, informa que se puede conceder la licencia a Daniel Torre, para prolongar 8 metros, la fábrica de yesos.
1897 (19 de septiembre): varios vecinos se quejan que los depósitos de escombros de la cantera de yeso, que se depositan en el río Pachejas, por Daniel Torre, provocan que el agua se salga y provoque daños en las fincas. El ayuntamiento acuerda: prohibir a Daniel Torre que eche escombros al río Pachejas, que no deposite los mismos en las márgenes de éste río ni en las orillas de los caminos.
1889 (10 de mayo): se informa por el Gobernador Civil, de que Daniel Torre, proyecta tomar agua del arroyo Pachecas, del barrio de Casas Blancas, 30 m3 de agua por 24 horas.
1899 (31 de mayo): se acuerda hacer un empréstito para los gastos de la traída de aguas por cañerías de hierro, presupuestadas en 68.420 pts.; (2 de agosto): se da permiso a Daniel Torre para prolongar 8 m. la fábrica de yesos (se había solicitado en 1896, pero por un fallo en la gestión, no salió a relucir el tema hasta esta fecha, quedando en el “olvido”); (15 de octubre): varios vecinos solicitan al ayuntamiento que el río Pachejas está obstruido por escombros de la cantera de yeso de Daniel Torre, lo cual puede perjudicar en exceso a la agricultura y a los dueños de las heredades cercanas. Se acuerda estudiarlo; (28 de octubre): el yeso de la cantera de Daniel Torre se sacaba en vagonetas, así como los escombros, que se arrojaban al río Pachejas. Se acuerda, que Daniel Torre, retire los escombros del río Pachejas.
1900 (1 de octubre): Daniel Torre compra una finca debajo de la fuente de la Antigua, a Bernardo Cazaña, de Madrid. (129)
1901 (4 de agosto): Alejandro de Uría era el apoderado de Daniel de la Torre y encargado de la fábrica de yesos; (20 de octubre): Se da agua potable a la casa de la yesera, de Daniel de la Torre; (24 de noviembre): la Diputación concede a Daniel Torre, el aprovechamiento de 20 m3 de agua por segundo, del arroyo Pachejas, para alimentar las calderas de la fábrica de yeso, del camino de la Antigua.
1902 (11 de mayo): se concede agua potable a Alejandro Uria para su casa de c/Burgos-4.
1903 (4 de mayo): Daniel Torre solicita al ayuntamiento la cesión o permuta, previa tasación, de una heredad de propios en La Rueda, para destinarla a depósito de escombros de su cantera.
1904 (12 de agosto): Daniel de Torre solicita permiso para usar el agua de la cañería general para las necesidades de su fábrica de yesos, en las mismas condiciones que las establecidas para Comunidades, Colegios, etc. Se acuerda que pueda utilizar el agua de su casa para dicho uso de la fábrica, con la tarifa general, 0,15 pts./m3, por medio del aparato contador. No se le concede la tarifa solicitada.
1906 (7 de febrero): Daniel Torre, dueño de la yesera del camino de la Antigua, construyó una pared lindando al mismo, para contener el terraplén cercano al puente de madera sobre la vía férrea; (12 de marzo): La Vía del ferrocarril minero de la yesera de Uria pasaba “antes por el camino de la Antigua, sobre el puente hasta el paso a nivel del ferrocarril, que también atravesaba, y hoy en la forma que está, por la campa a los terrenos y puente del señor Torre, hasta su fábrica”.
1909 (1 de septiembre): la yesera de Daniel Torre estaba vertiendo restos de yesos en la zona del puente de la Antigua, corriendo el peligro de obstruir el cauce del río Pachecas en dicha zona; (19 de septiembre): se acuerda hacer una prueba con yeso, de la yesera de Torre, y estiércol, mezclándoles, ya parece daba un resultado muy bueno en los cultivos.
1918 (6 de mayo): Jesús Uria Torre, dueño de la yesera, pide permiso para edificar un puente de madera sobre el camino que del Área de Chavarri cruza al de Pachejas, para conducir escombros de la cantera y depositarlos en una finca del mismo y en otras del ayuntamiento arrendadas por 20 pts/año. El puente tiene una anchura de 4,30 mts y 6 de altura. El ayuntamiento acuerda que la finca alquilada, de 15 aranzadas, quedará inculta y por tanto la tasa a cobrar será de 500 pts. Por debajo del puente podrán transitar carros, caballos montados, etc.
1941 (15 de enero): la yesera de Uría tenía una mina denominada “Natividad” y pedía una serie de “pertenencias” para ampliar sus yacimientos.
1943 (24 de febrero): Uría solicita permiso para efectuar el cierre de la pared desde el paso a nivel hasta la zona limítrofe con la finca de Olaso, pegando a la carretera Orduña-Belandia.
[1] El 8 de agosto de 1900 se debate en el ayuntamiento la posibilidad de dar una corta de leña para los vecinos, con el permiso de la Diputación, ya que ésta era escasa y cara, ya que las dos yeseras de Orduña consumían mucha y había demanda.