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El Gobierno vasco intenta identificar en Extremadura los restos exhumados en la prisión de Orduña

El Gobierno vasco intenta identificar en Extremadura los restos exhumados en la prisión de Orduña

Una delegación del Gobierno vasco encabezada por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, se va a trasladar esta semana hasta Badajoz para intentar identificar los restos de los presos exhumados en la prisión de Orduña.

La consejera junto a otros miembros del Ejecutivo, incluida la directora del Instituto de Memoria, Convivencia y Derechos Humanos-Gogora, Aintzane Ezenarro, presentará este sábado en la localidad de Castuera, en Badajoz, los trabajos que el Gobierno vasco viene realizando para intentar identificar los restos exhumados en el penal franquista.

En las dos campañas de excavación que el Gobierno, junto a la Sociedad Aranzadi, ha llevado a cabo en junio de 2014 y en diciembre de 2022 ha recuperado los restos de 71 personas. Según los archivos históricos de los 225 prisioneros que fallecieron en la prisión de Orduña entre 1937 y 1941, 127 eran extremeños, y fueron trasladados desde la cárcel de Castuera.

Ya se ha realizado un llamamiento a los familiares y a las asociaciones de memoria histórica de la zona y Gogora ha podido contactar con 41 familias de víctimas de la prisión, con las que ha gestionado la toma de muestras de ADN para identificar a las víctimas. El Instituto Vasco de la Memoria hace un llamamiento a familiares de presos que fallecieron en el penal de Orduña para que se pongan en contacto y poder iniciar el proceso de identificación.

De campo de concentración a penal franquista

El colegio de los Jesuitas formó parte desde 1937 de la red de campos de concentración establecidos por los sublevados para albergar en condiciones infrahumanas a prisioneros de guerra republicanos que eran clasificados en estos centros dependiendo de su grado de compromiso con la República. En 1942 el campo de prisioneros de Orduña se convirtió en una prisión en la que se recluía a combatientes del bando perdedor. La mayor parte de los presos provenían de zonas alejadas del estado.

De los 225 prisioneros que fallecieron en Orduña entre 1937 y 1941, 127 eran extremeños, 41 de Castilla la Mancha y 22 de Málaga.

Tomado de www.deia.es

 

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